Comunicado de prensa
22 enero 2014
El uso de munición real por parte de la policía de Kiev sólo servirá para agravar una situación ya de por sí sumamente inestable. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy, después de que cuatro manifestantes hayan muerto y de que el gobierno haya emitido una declaración en la que dice que la policía podría empezar a utilizar munición real.
La muerte de un hombre tras haber sido brutalmente golpeado por dos policías antidisturbios es un ejemplo más de la impunidad policial imperante en Ucrania.
“No debe haber impunidad para los agentes encargados de hacer cumplir la ley que recurran a un uso abusivo de la fuerza. Hemos pedido repetidamente a las autoridades ucranianas que lleven a los responsables ante la justicia, pero la violencia ilegítima ejercida hoy por la policía ha dado lugar a al menos una muerte. ¿Qué más tiene que pasar para que los policías rindan cuentas de las violaciones de derechos humanos?”, ha manifestado Heather McGill, experta de Amnistía Internacional sobre Ucrania.
El Ministerio del Interior ha negado que se esté utilizando munición real, pero ha amenazado con empezar a usarla tras los incidentes con arma de fuego.
“Las autoridades ucranianas no deben olvidar que los agentes encargados de hacer cumplir la ley sólo deben utilizar armas de fuego cuando sea estrictamente inevitable para prevenir una amenaza inminente para la vida o lesiones potencialmente mortales”, ha declarado Heather McGill.
“La impunidad de que gozan los agentes encargados de hacer cumplir la ley constituye ya de por sí un grave problema, y la decisión de permitir el uso de munición real en este contexto resulta alarmante.”
Las manifestaciones, mayoritariamente pacíficas, celebradas en Kiev se tornaron violentas el domingo por la noche, después de que el gobierno introdujera el jueves una serie de leyes nuevas que criminalizan las protestas y limitan seriamente la libertad de reunión, asociación y expresión. Las nuevas leyes entraron en vigor la medianoche del 22 de enero.
“Las autoridades ucranianas deben hacer cuanto esté en su mano para detener la escalada de violencia en Kiev antes de que muera más gente. Si, como dicen, desean una resolución pacífica de la actual crisis política en el país, deben respetar los derechos de las personas, y no intentar arrebatarles sus libertades mediante legislaciones desmesuradas, la represión de las protestas pacíficas o el permiso para que la policía haga uso impunemente de fuerza abusiva”, ha manifestado Heather McGill.