COMUNICADO DE PRENSA
24 de diciembre de 2013
La petición del secretario general de la ONU de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas proporcione recursos humanos y materiales adicionales a la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) refleja la urgente necesidad de proteger a la población civil en peligro en medio de la escalada de violencia. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
La tarde del lunes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió que se sumaran otros 5.500 soldados de mantenimiento de la paz a los 7.000 efectivos de la UNMISS ya desplegados sobre el terreno con el mandato de proteger a la población civil.
“La propuesta del secretario general demuestra que la ONU es plenamente consciente de lo alarmante y peligrosa que es la situación en Sudán del Sur”, ha manifestado Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional.
«Las tropas de mantenimiento de la paz de la UNMISS deben cumplir su mandato de proteger a los civiles, algo que no han podido hacer de manera efectiva en el pasado. La aterrorizada población civil necesita desesperadamente protección.”
La decisión de ampliar la misión de mantenimiento de la paz se ha producido después de que, el 15 de diciembre, estallaran en la capital, Yuba, violentos enfrentamientos entre grupos rivales de soldados que posteriormente se extendieron a otras partes del país.
Desde entonces, la violencia –que incluye enfrentamientos interétnicos entre comunidades nuer y dinka– ha causado la muerte de cientos de civiles por medios como las armas de fuego o la artillería. Los hospitales locales han informado de varios cientos de bajas, aunque la cifra real puede ser mucho más alta. Más de 80.000 personas se han visto obligadas a desplazarse, y unas 45.000 han buscado refugio y protección en bases de la UNMISS en varias ciudades.
“Los civiles de Sudán del Sur que viven en un clima de temor necesitan saber que pueden encontrar protección, y los miembros de ambos bandos que han estado aterrorizándolos deben saber que no podrán seguir haciéndolo”, ha manifestado Sarah Jackson.
En su declaración del lunes, Ban Ki-moon dejó claro que todos los responsables de violaciones graves de derechos humanos y crímenes contra la humanidad rendirán cuentas a título personal y sufrirán las consecuencias.
Amnistía Internacional insta a los dirigentes políticos y militares de Sudán del Sur –en particular al presidente Salva Kiir Mayardit, el ex vicepresidente Riek Machar y el general Peter Gatdet Yak, desertor del ejército– a impartir órdenes claras e inequívocas, tanto a las fuerzas bajo su control como a los civiles y milicias armados leales a ellos, de que cesen de inmediato todos los ataques contra personas y bienes civiles. Deben utilizarse todas las vías de comunicación disponibles para garantizar que esas órdenes y esos llamamientos se difunden públicamente con la mayor amplitud posible.
La organización pide asimismo a todos los Estados que suspendan las transferencias internacionales de armas a Sudán del Sur, y también a Sudán, ya que existe la probabilidad de que sean desviadas hacia el sur, a través de la frontera, para que las utilicen los grupos armados de oposición.