Ante la noticia de la condena a muerte por traición de James Gatdet Dak, exportavoz del Movimiento de Liberación Popular de Sudán en la Oposición, Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos, ha declarado:
“La condena de Gatdet es totalmente inaceptable y debe anularse inmediatamente. La pena de muerte es un castigo abominable y no debe utilizarse nunca, en ninguna circunstancia.
«Gatdet ha sido condenado a muerte cuando llevaba más de un mes sin representación legal. En cualquier caso, la pena de muerte no tiene lugar en la era moderna. En lugar de condenar a personas a muerte, el gobierno sursudanés debería establecer inmediatamente una moratoria oficial de las ejecuciones con vistas a abolir esta pena cruel e inhumana, como han hecho otros 105 países de todo el mundo”.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, independientemente del delito del que se trate, de las características del delincuente y del sistema de ejecución utilizado por el Estado. La pena de muerte es una violación del derecho a la vida y el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante.
Información complementaria
James Gatdet fue transferido ilegalmente de Kenia a Sudán del Sur en noviembre de 2016. Estuvo recluido más de siete meses en régimen de aislamiento hasta que finalmente lo acusaron de instigación, traición, publicación o comunicación de declaraciones falsas y perjudiciales para Sudán del Sur, e insultos al presidente o menoscabo de su autoridad.