El periodo electoral que se vive en Sudán se caracteriza por violaciones de derechos humanos auspiciadas por el Estado, que sirven para suprimir con violencia la disidencia y someter a detención arbitraria a figuras la oposición política, ha manifestado Amnistía Internacional.
Sudán fue a las urnas del 13 al 15 de abril, en las primeras elecciones celebradas en el país desde la secesión del sur en 2011, pero los resultados finales no se han anunciado aún.
“Se suponía que estas elecciones iban a marcar el comienzo de un futuro mejor para la población de Sudán, pero se han visto ensombrecidas por una oleada de represión, acompañada de una terrible falta de rendición de cuentas”, ha señalado Michelle Kagari, directora regional adjunta de Amnistía Internacional.
“Se ha atacado a activistas, a la prensa y a adversarios políticos del gobierno, y no cabe subestimar la participación del Estado en estas agresiones a la libertad de expresión. En vez de proteger y promover los derechos de su pueblo, el gobierno de Sudán está atacando y silenciando a los ciudadanos. Las autoridades de Sudán deben cumplir con las obligaciones y compromisos que han contraído en materia de derechos humanos y actuar con rapidez y decisión para hacer rendir cuentas a los responsables de violaciones de derechos humanos.”
Amnistía Internacional ha documentado detenciones arbitrarias, casos de reclusión ilegal, denuncias de tortura y malos tratos y disolución violenta de concentraciones públicas desde que comenzó el periodo electoral en el país el 24 de febrero.
El Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISS, por sus siglas en inglés) y la policía parecen haber llevado a cabo muchas de estas violaciones de derechos humanos con impunidad. En particular, durante, el periodo electoral se ha atacado a activistas y políticos de la oposición.
La semana pasada, el NISS secuestró dos tiradas de periódicos, pues la supresión de la libertad de prensa ha persistido tras las elecciones.
Medidas para amordazar a la prensa
Según información recibida por Amnistía Internacional, el NISS advirtió a todos los directores de periódico que no publicaran ningún artículo que diera una imagen negativa de las elecciones o hablara de la baja participación que, al parecer, ha habido. Les dijo que tenían que poner de relieve aspectos positivos de las elecciones en todo momento.
Los periódicos que hicieron caso omiso de la advertencia fueron sancionados. El 15 de abril, el NISS secuestró la tirada del periódico Al Mijhar Al Siyasy por publicar artículos negativos sobre las elecciones.
El 18 de abril se secuestraron también ejemplares del periódico Al Yaum Al Tali por haber informado de la desaparición forzada de la activista política Sandara Farouk Kadouda.
Ataques a activistas
Sandara, activista y médica, fue secuestra por presuntos miembros del NISS el 12 de abril. Cuando la encontraron, tres días más tarde, en la calle, en Jartum, la habían golpeado brutalmente.
El 20 de abril, unos agentes del NISS se presentaron en casa de Sandara y detuvieron a su amigo y colega Galal Mustafa Mohamed Yusuf.
El doctor Jalal, destacado miembro del grupo de oposición Partido del Congreso de Sudán (SCP), estaba hablando por teléfono con Sandara cuando la secuestraron e informó de ello a la policía al día siguiente.
Amnistía Internacional cree que está expuesto a sufrir tortura y otros malos tratos.
En Darfur del Norte, los estudiantes de la Universidad de Al Fasher organizaron una protesta el 14 abril para pedir el boicot a las elecciones presidenciales y el cambio de gobierno.
La policía y el NISS detuvieron entonces a 20 estudiantes y presentaron cargos contra ellos. El primer día de privación de libertad, los detenidos presentaban marcas de fuertes palizas y manchas de sangre en la ropa. Se encuentran en espera de juicio.
En total se ha detenido al menos a 30 activistas políticos en todo el país durante el periodo electoral.
Entre ellos figura Nasreldin Mukhtar, miembro de la Asociación de Estudiantes de Darfur de la Universidad del Sagrado Corán de Omdurman, a quien detuvieron en esta localidad el 19 de abril. Se ignora su paradero.
Represión de la libertad de reunión
Durante las elecciones y en las semanas previas, Amnistía Internacional recibió numerosas denuncias de violación de la libertad de reunión por parte de la policía y el NISS.
2 de abril: Las autoridades locales de Al Nihud, Kordofán del Oeste, cancelaron sin justificación un acto público del SCP en que se iba a pedir el boicot a las elecciones.
26 de marzo: El NISS impidió al Partido del Congreso Popular (PCP) celebrar un acto público en la Universidad Islámica de Omdurman.
12 de marzo: La policía de Kordofán del Norte impidió por la fuerza a miembros del Partido Nacional Umma (NUP) organizar un acto público. Detuvo a 50 de ellos y cerró la oficina del partido.
28 de febrero: La policía disolvió por la fuerza una reunión de partidos de oposición en Dongloa, capital del estado Norte. Muchos participantes resultaron heridos de gravedad.
Amnistía Internacional ha sabido que el uso excesivo de la fuerza para disolver actos públicos de partidos de oposición ha sido común.
Las autoridades rechazaron reiteradamente las solicitudes presentadas por partidos de oposición para celebrar actos públicos, alegando que sólo los grupos políticos participantes en las elecciones podían organizarlos durante el periodo electoral.
“Hay una clara constante de represión violenta de las voces disidentes”, ha afirmado Michelle Kagari.
“Sudán debe dar prioridad a los derechos humanos en su agenda a fin de romper la espiral de violencia a impunidad del país. El gobierno tiene que iniciar investigaciones sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas durante las elecciones, incluido el secuestro de Sandra Farouk Kadouda.”