Comunicados de prensa
27 febrero 2014
Las fuerzas de seguridad de Israel hacen gala de una cruel falta de consideración hacia la vida humana al haber matado con casi total impunidad a decenas de civiles palestinos, menores incluidos, en la Cisjordania ocupada en los últimos tres años, afirma Amnistía Internacional en un informe publicado hoy.
El informe, titulado Gatillo fácil: El uso de la fuerza excesiva por Israel en Cisjordania (en breve, en español) , expone el derramamiento de sangre y los abusos contra los derechos humanos, cada vez mayores, en los Territorios Palestinos Ocupados a consecuencia del uso por las fuerzas israelíes de la fuerza innecesaria, arbitraria y brutal contra los palestinos desde enero de 2011.
En todos los casos examinados por Amnistía Internacional, los palestinos que han perdido la vida a manos de soldados israelíes no parecían representar una amenaza directa e inmediata para la vida. En algunos casos hay indicios de que fueron víctimas de asesinatos deliberados que equivaldrían a crímenes de guerra.
“El informe presenta un conjunto de datos que muestra una terrible constante de homicidios ilegítimos y lesiones injustificadas causados por las fuerzas israelíes en Cisjordania a civiles palestinos ”, ha declarado Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“La frecuencia y la persistencia del uso arbitrario y abusivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos en Cisjordania por soldados y policías israelíes —y la impunidad de que gozan los perpetradores— indican que se trata de una política.”
Muertes y lesiones
Amnistía Internacional ha documentado la muerte de 22 civiles palestinos en Cisjordania el año pasado, de las cuales al menos 14 se produjeron en el contexto de protestas. La mayoría de los fallecidos eran adultos jóvenes menores de 25 años y al menos cuatro eran menores de edad.
Según cifras de la ONU, en 2013 la cifra de palestinos muertos a manos de las fuerzas israelíes en Cisjordania fue superior a la suma de las cifras correspondientes a 2011 y 2012.
Entre los muertos o heridos hay manifestantes pacíficos, civiles ajenos a las protestas, activistas de derechos humanos y periodistas.
- En los últimos tres años, al menos 261 palestinos, 67 menores entre ellos, han sufrido heridas graves como consecuencia del uso de munición real por las fuerzas israelíes en Cisjordania.
· Desde enero de 2011, un número sorprendente de civiles palestinos de Cisjordania —más de 8.500, 1.500 menores entre ellos— han resultado heridos de gravedad por disparos de otros medios, como balas de metal cubiertas de goma y el uso temerario de gas lacrimógeno. En algunos casos documentados, las víctimas también murieron como consecuencia de su uso.
“El impresionante número de heridos es un elocuente recordatorio del incesante peligro en el que viven a diario los palestinos residentes en Cisjordania”, ha añadido Philip Luther.
Varias víctimas recibieron disparos por la espalda, lo que indica que fueron tiroteadas cuando intentaban huir y no representaban ningún peligro real para la vida de los miembros de las fuerzas israelíes ni la de terceros. En varios casos, fuerzas israelíes bien blindadas han recurrido a medios letales para reprimir a manifestantes que lanzaban piedras, causando la pérdida innecesaria de vidas.
Investigaciones
Más de un año después, no se han dado a conocer aún las conclusiones de las investigaciones realizadas por las autoridades israelíes sobre varios presuntos homicidios ilegítimos.
“El sistema israelí vigente ha demostrado ser lamentablemente inadecuado. No es ni independiente ni imparcial, y carece por completo de transparencia. Las autoridades deben realizar investigaciones sin demora, exhaustivas e independientes de todos los presuntos casos de uso arbitrario y abusivo de la fuerza, especialmente cuando han causado la pérdida de vidas o lesiones graves”, ha dicho Philip Luther.
“Hay que transmitir a los soldados y policías israelíes el rotundo mensaje de que los abusos no quedarán impunes. A menos que quienes cometen violaciones respondan de sus actos, continuará habiendo lesiones y homicidios ilegítimos.”
Protestas
En los últimos años se suceden en Cisjordania las protestas contra la prolongada ocupación israelí y toda una serie de políticas y prácticas represivas consiguientes. Entre ellas figuran la expansión continua de los asentamientos israelíes ilegítimos, la valla/muro de 800 kilómetros, las demoliciones forzosas de viviendas, los desalojos forzosos, los controles militares israelíes, las carreteras reservadas para uso de los colonos israelíes de las que están excluidas los palestinos, y otras restricciones a la circulación de los palestinos en los Territorios Palestinos Ocupados.
También se realizan protestas contra la detención de miles de palestinos y como respuesta a los ataques militares israelíes en Gaza y la muerte o las heridas de palestinos en protestas o durante batidas de arrestos.
Transferencias de armas
Amnistía Internacional pide a las autoridades israelíes que ordenen a sus fuerzas que se abstengan de usar medios letales, incluido el uso de munición real y de balas de goma, salvo cuando sea estrictamente necesario para proteger la vida. También deben respetar el derecho de los palestinos a reunirse pacíficamente.
La organización insta a Estados Unidos, a la Unión Europea y al resto de la comunidad internacional a que suspenda todas las transferencias de municiones, armas y otros equipos a Israel.
“Sin la presión de la comunidad internacional, no es probable que cambie pronto la situación”, ha afirmado Philip Luther.
“Se ha derramado demasiada sangre de la población civil. Hay que romper esta prolongada constante de abusos. Si las autoridades israelíes desean demostrar al mundo que están comprometidas con los principios democráticos y las normas internacionales de derechos humanos, deben poner fin de inmediato a los homicidios ilegítimos y al uso innecesario de la fuerza.”
Más información:
Caso: Menor asesinado por protestar
En Cisjordania, las trágicas consecuencias de la política israelí de reprimir las protestas palestinas se han convertido en algo familiar.
Samir Awad, un joven de 16 años de Bodrus, cerca de Ramala, murió por disparos cerca de su escuela en enero de 2013, cuando trataba de protestar con sus amigos contra la valla/muro de 800 km de Israel, que atraviesa su pueblo. Tres balas le alcanzaron en la parte posterior de la cabeza, una pierna y un hombro cuando huía de los soldados israelíes que tendieron una emboscada al grupo. Según los testigos, los militares dispararon directamente contra el muchacho cuando éste huía.
Malik Murar, de 16 años y amigo de Samir, que presenció su muerte, dijo a Amnistía Internacional:
“Primero le dispararon en la pierna, pero logró escapar… ¿Cuánto puede correr un chico herido? Podían haberlo detenido sin dificultad… En cambio, le dispararon por la espalda con munición real.”
Amnistía Internacional cree que la muerte de Samir podría equivaler a una ejecución extrajudicial o a un asesinato deliberado, considerado crimen de guerra en el derecho internacional.
“Resulta difícil de creer que un muchacho desarmado pudiera ser percibido como un peligro inminente para un soldado bien equipado. Parece que, en este y en otros casos, las fuerzas israelíes han disparado balas de forma temeraria ante la más mínima apariencia de amenaza”, ha dicho Philip Luther.
Según el derecho internacional, la policía y los soldados encargados de hacer cumplir la ley deben siempre ejercer la moderación y no usar nunca la fuerza arbitraria. Las fuerzas de seguridad sólo podrán recurrir al uso de medios letales si existe un riesgo inminente para su vida o la de terceros. Israel se ha negado reiteradamente a hacer públicas las normas y reglamentos que regulan el uso de la fuerza por el ejército y la policía en los Territorios Palestinos Ocupados.
Información complementaria:
Los soldados israelíes cuentan con un largo historial de uso de fuerza excesiva contra manifestantes palestinos en Cisjordania que se remonta al menos a la primera Intifada, en 1987.
En un documento publicado en septiembre de 2013, titulado ‘Shut Up We are the Police’: Use of excessive force by the Palestinian Authority in the Occupied West Bank, Amnistía Internacional documentó violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades palestinas en Cisjordania contra manifestantes palestinos.