- Los datos sobre el terreno contradicen las cifras artificialmente bajas de víctimas civiles que reconoce la Coalición
- La información de la Coalición es insuficiente e imprecisa y descarta casi todos los casos de víctimas civiles denunciados por “no creíbles”
- Fuerzas sobre el terrero apuntan a “errores” y “ataques aéreos infructuosos” causantes de “enormes pérdidas humanas y materiales”.
El aluvión de respuestas ofrecidas por la Coalición dirigida por Estados Unidos para negar las conclusiones de un informe reciente de Amnistía Internacional sobre la devastación causada por el bombardeo aéreo de Raqqa el año pasado demuestran que insiste en negarse a admitir el gran número de personas civiles muertas y heridas debido a sus ataques, ha manifestado la organización hoy.
Desde la publicación de “Guerra de aniquilación”: Devastadores estragos en la población civil de Raqqa, Siria el 5 de junio, altos cargos de la Coalición y de los gobiernos que la integran han tomado las redes sociales, la radiodifusión, e incluso el Parlamento británico, para intentar negar las conclusiones del informe, según las cuales hay indicios razonables de que varios ataques de la Coalición que mataron e hirieron a civiles violaron el derecho internacional humanitario.
“A las reacciones precipitadas de la Coalición, les sobra retórica y les faltan datos. Ponen de manifiesto que la Coalición insiste en negarse a admitir que no protegió a la población civil atrapada en el conflicto”, ha señalado Donatella Rovera, asesora general de Amnistía Internacional sobre respuesta a las crisis.
“A menos que la Coalición aprenda de sus errores en Raqqa —y en Mosul anteriormente— estará condenada a repetirlos, y la población civil pagará otra vez un precio devastador.
La Coalición asegura ser “transparente” y tener “procesos meticulosos” para garantizar que se hace todo lo posible para evitar víctimas civiles. Pero no lo demuestra nunca.
Sus informes mensuales sobre víctimas civiles en Irak y Siria se basan en descripciones imprecisas y descartan la gran mayoría de los casos denunciados por considerarlos “no creíbles”. La Coalición ha reconocido sólo 23 muertes de civiles como consecuencia de las más de 30.000 descargas de artillería y varios miles de ataques aéreos que se hicieron contra Raqqa durante una campaña militar de cuatro meses, de junio a octubre de 2017, que dejó la ciudad en ruinas. Esta cifra no es exacta, creíble ni seria.
Los únicos aliados de la Coalición sobre el terreno en Raqqa tras la ofensiva militar, las Fuerzas de Defensa Sirias, que actúan bajo dirección kurda, han demostrado tener una versión muy distinta de lo ocurrido durante la ofensiva. En una carta escrita a Amnistía Internacional al final de junio de 2018, las Fuerzas de Defensa Sirias mencionaron “errores” y “ataques aéreos infructuosos” causantes de “enormes pérdidas humanas y materiales” sobre el terreno.
Amnistía Internacional estuvo semanas en Raqqa, llevando a cabo investigaciones sobre el terrero —algo que la Coalición no ha hecho— que revelan sin ninguna duda de que la Coalición mató a centenares de civiles e hirió a miles durante su ofensiva. En solo cuatro casos que la organización investigó para su informe de junio, los ataques aéreos de la Coalición mataron a 70 civiles, en su mayoría mujeres, niños y niñas y 39 de los cuales eran miembros de la misma familia.
La cifra artificialmente baja de víctimas civiles que la Coalición reconoce se debe, en parte, a los deficientes procedimientos de investigación, que no incluyen siguiera inspecciones sobre el terreno.
“Visitar los lugares atacados y entrevistar a supervivientes y testigos son elementos esenciales de toda investigación. Sin ellos, las investigaciones de la Coalición no son creíbles en absoluto”, ha explicado Benjamin Walsby, investigador sobre Oriente Medio de Amnistía Internacional.
Visitar los lugares atacados y entrevistar a supervivientes y testigos son elementos esenciales de toda investigación. Sin ellos, las investigaciones de la Coalición no son creíbles en absoluto.
“Es fácil acceder a los lugares atacados, así como a las personas supervivientes y testigos, pues Raqqa y Mosul están ahora bajo el control de los socios de la Coalición. Recientemente han viajado allí autoridades de la Coalición y políticos occidentales, así que no hay ninguna razón para que la Coalición no lleve a cabo auténticas investigaciones, como prometió en su metodología.
Desde principios de 2017, Amnistía Internacional ha participado en numerosas reuniones con autoridades de la Coalición para realizar en ellas una labor de incidencia, ha escrito reiteradamente a funcionarios de Defensa de Estados Unidos, Reino Unido y Francia y ha publicado cuatro informes sobre las víctimas civiles causadas por las operaciones de la Coalición en Mosul y Raqqa. Sin embargo, en todo este tiempo la Coalición no ha respondido a las peticiones de más información o ha intentado negar las conclusiones de Amnistía Internacional.
La Coalición y algunos de sus miembros han admitido en ocasiones haber causado víctimas civiles tras haber difundido Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos casos concretos. Al final de junio de 2018, la Coalición anunció que, dados los nuevos datos presentados por Amnistía Internacional, iba a reevaluar cuatro casos cerrados anteriormente y a examinar uno nuevo.
La tempestuosas negaciones que hemos visto y oído hacer a las autoridades de la Coalición no coinciden con la realidad que vivieron los centenares de personas civiles entrevistadas para nuestras investigaciones en Raqqa y Mosul. No coinciden siquiera con lo que dicen sus propios socios sobre el terreno.