Sentencias históricas sobre el papel de Polonia en los programas de detención secreta y tortura de la CIA

Polonia es el primer Estado miembro de la Unión Europea que es declarado cómplice de los programas estadounidenses de entrega, detención secreta y tortura de sospechosos de terrorismo. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional, al tiempo que aplaude dos sentencias pioneras en materia de derechos humanos dictadas hoy.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha resuelto que el gobierno polaco se confabuló con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense para montar en Stare Kiejkuty una prisión secreta que estuvo en funcionamiento entre 2002 y 2005. En ese lugar, a 180 km al norte de Varsovia, los detenidos permanecían recluidos en detención secreta y eran torturados.

“Las históricas sentencias de hoy desvelan por fin la verdad sobre un sombrío periodo de la historia reciente de Polonia, y marcan un hito contra la impunidad. Polonia se convirtió a sabiendas en parte de la red ilegal de ‘lugares negros’ utilizada para recluir en secreto y torturar a personas capturadas en operaciones antiterroristas”, ha manifestado Julia Hall, experta de Amnistía Internacional sobre derechos humanos y lucha antiterrorista.

El Tribunal ha resuelto que Polonia violó el Convenio Europeo de Derechos Humanos porque, entre otras cosas, no investigó las denuncias de los detenidos, su tortura y otros malos tratos, su detención secreta y su traslado a otros lugares donde corrían peligro de sufrir nuevas violaciones de derechos humanos, incluidas nuevas torturas y malos tratos. El Tribunal reafirmó además el derecho de las víctimas y la población a la verdad.

Los dos denunciantes presentaron sus casos al Tribunal Europeo en 2011 y 2013, respectivamente. Ambos permanecen actualmente recluidos en el centro de detención de la Marina estadounidense en la bahía de Guantánamo, Cuba.

El primero es Abd al Rahim al Nashiri, ciudadano saudí al que se acusaba de ser el cerebro del atentado con explosivos perpetrado contra el USS Cole ante las costas de Yemen en el año 2000. Según afirma, fue interrogado en un centro secreto en Polonia y sometido a “técnicas de interrogatorio mejoradas” y a otras violaciones de derechos humanos, tales como “simulacros de ejecución” con un arma y amenazas de agredir sexualmente a sus familiares.

El segundo, Zayn al Abidin Muhammad Husayn, también conocido como Abu Zubaydah, palestino apátrida nacido en Arabia Saudí, también estuvo recluido, según se cree, en Polonia, donde afirma que fue sometido a dolor físico extremo y a sufrimiento psicológico. El ex presidente estadounidense George W. Bush afirmó en sus memorias, en 2010, que había autorizado el uso de “técnicas de interrogatorio mejoradas”, tales como el “waterboarding” (simulacro de ahogamiento) contra Abu Zubaydah bajo custodia secreta de la CIA.

Al Nashiri se enfrenta a un juicio con pena capital ante una comisión militar en Guantánamo. Las autoridades estadounidenses aún no han acusado a Abu Zubaydah de ningún delito, más de 12 años después de ponerlo bajo custodia.

Hasta la fecha, en Estados Unidos no se han rendido cuentas por la tortura y las desapariciones forzadas relacionadas con los programas de entrega y detención secreta de la CIA.

Las resoluciones emitidas por el Parlamento Europeo en 2012 y 2013 nombraban específicamente a Polonia como cómplice en los programas de la CIA, citaban a Al Nashiri y Abu Zubaydah como víctimas de tortura y desaparición forzada, y pedían a Polonia que proporcionara reparación efectiva.

“Polonia se confabuló con la CIA y ayudó a Estados Unidos a torturar a estos hombres y someterlos a desaparición forzada. Las autoridades polacas deben ahora llevar a cabo la investigación efectiva que han estado paralizando y obstaculizando durante todos estos años”, ha manifestado Julia Hall.

Tras las sentencias del Tribunal Europeo, Amnistía Internacional pide al gobierno polaco que lleve a cabo una investigación efectiva y garantice que los responsables de delitos de derecho internacional tales como la tortura y la desaparición forzada comparecen ante la justicia. Otros Estados miembros de la UE que han participado presuntamente en los programas de entrega y detención secreta de la CIA deben también redoblar sus esfuerzos para revelar la verdad.

“Polonia no es el único, Muchos otros gobiernos de la UE se confabularon con Estados Unidos para secuestrar, trasladar ilegalmente, hacer desaparecer y torturar a personas en el curso de operaciones de entrega. Aunque las sentencias de hoy son un importante paso adelante, debe hacerse mucho más para garantizar que se rinden cuentas en toda Europa”, ha manifestado Julia Hall.

Amnistía Internacional ha pedido que se lleven a cabo investigaciones y se rindan cuentas sobre denuncias similares en una serie de países europeos, como Italia, Lituania, Rumania, Suecia y Reino Unido.

Información complementaria

Polonia lleva en el punto de mira desde 2005, cuando fue identificada por primera vez como escenario de un centro de detención secreto de la CIA.

En marzo de 2008, las autoridades polacas abrieron una investigación criminal que se vio retrasada una y otra vez por cambios en el personal de la fiscalía, el traslado de Varsovia a Cracovia y las aseveraciones de que el gobierno estadounidense no estaba cooperando. Continuamente se invocaba a la “seguridad nacional” como justificación del secreto que rodeaba la investigación.

La investigación aún está en curso pero, mientras tanto, los abogados polacos de los dos detenidos de Guantánamo presentaron las causas Al Nashiri v. Poland y Husayn (Abu Zubaydah) v. Poland ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Amnistía Internacional y la Comisión Internacional de Juristas intervinieron conjuntamente en ambas causas:

En junio de 2013, a un tercer hombre que afirma haber sido recluido en un lugar secreto de detención en Polonia en 2003 se le reconoció la condición de “parte afectada” en la investigación nacional emprendida en Polonia sobre el lugar de detención de la CIA. Walid bin Attash, ciudadano yemení, permanece actualmente detenido y en espera de ser juzgado por una comisión militar en la bahía de Guantánamo.

En una sentencia diferente, de 13 de diciembre de 2012, el Tribunal Europeo resolvió por unanimidad que la Ex República Yugoslava de Macedonia era responsable de la detención ilegal, la desaparición forzada, la tortura y otros malos tratos sufridos por el ciudadano alemán Khaled El Masri.

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