La detención de Ruslan Sokolovsky, bloguero ruso de Ekaterimburgo, en la región de los Urales, condenado a dos meses de detención administrativa tras publicar un vídeo de sí mismo jugando a Pokémon Go en una iglesia, es un absurdo atentado contra la libertad de expresión; así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
“El absurdo del caso del bloguero ruso encarcelado por jugar a Pokémon Go en una iglesia refleja lo que sucede cuando las autoridades tienen tan poco respeto por la libertad de expresión. Aunque algunos puedan ver en el comportamiento de Sokolovsky una falta de respeto, los Estados no deberían encarcelar a nadie simplemente por herir sensibilidades religiosas”, ha afirmado John Dalhuisen, director regional de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
Ruslan Sokolovsky fue detenido el 3 de septiembre por “incitar al odio e impedir la realización del derecho a la libertad de conciencia y religión”.
Información complementaria
Ruslan Sokolovsky fue detenido en aplicación de la legislación sobre blasfemia aprobada en 2013 en respuesta al acto político representado por las integrantes del grupo punk Pussy Riot en la principal catedral de Moscú. Esta legislación penaliza actos que ofenden los sentimientos de los creyentes, y vino a restringir aún más la libertad de expresión en Rusia. El 11 de agosto, Sokolovsky acudió a la iglesia expresamente para jugar a Pokémon Go después de que horas antes se advirtiera a la gente a través de la televisión estatal rusa que no cazara “pokémons” en lugares religiosos ni en las proximidades de las fronteras del Estado o se enfrentaría a cargos. Si es declarado culpable, Sokolovsky podría ser condenado hasta a 5 años de prisión en aplicación de la legislación sobre blasfemia.