Para Amnistía Internacional la educación en derechos humanos es “una práctica deliberada y participativa, destinada a potenciar a los individuos, grupos y comunidades mediante la promoción de conocimientos, habilidades y actitudes coherentes con los principios de derechos humanos internacionalmente reconocidos”.
Los procesos y acciones de educación en derechos humanos promovidos por Amnistía Internacional responden a cinco propósitos fundamentales:
- Abordar las causas subyacentes de las violaciones de derechos humanos.
- Prevenir los abusos contra los derechos humanos.
- Combatir la discriminación.
- Promover la igualdad.
- Mejorar la participación de las personas en procesos democráticos de toma de decisiones.
Amnistía Internacional considera que la educación en derechos humanos es importante para sensibilizar sobre los derechos humanos y empoderar a las personas, no sólo para que comprendan mejor sus derechos, sino también para que participen activamente en las decisiones que les afectan, lo que incluye ser parte de acciones individuales y colectivas concretas para la promoción, defensa y realización de los derechos humanos.