Las autoridades omaníes deben dejar en libertad a un político que ha sido encarcelado por participar en una manifestación en defensa del medio ambiente, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, tras confirmar un tribunal de apelación la condena.
“La causa contra Talib al-Ma’amari parece tener una motivación política y estar basada únicamente en su participación en una manifestación pacífica”, ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Al-Ma’amari es preso de conciencia, condenado simplemente por la expresión pacífica de sus opiniones, en un juicio injusto que parecía tener por objeto enviarlo sin más a prisión. Debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones.”
Talib al-Ma’amari, miembro, por elección, del Consejo de la Shura del sultanado de Omán, parece haber sido encarcelado por el cargo de ‘menoscabar la posición del Estado’, formulado contra él por participar en una manifestación.
Fue detenido en agosto del año pasado, tras tomar parte en una manifestación celebrada cerca del Puerto de Sohar, provincia de Liwa, para protestar por la contaminación y la degradación medioambiental causadas por una fábrica de la zona.
Tras anularse, en febrero de 2014, la sentencia condenatoria dictada inicialmente contra él por delitos contra la seguridad y el orden público, fue sometido a un nuevo juicio plagado de irregularidades.
Entre otras cosas, el presidente del tribunal resumió de manera errónea o engañosa los testimonios de los testigos, así como unas imágenes de vídeo proyectadas en la sala que correspondían a una protesta distinta de la manifestación a la que había asistido Talib al-Ma’amari el 22 de agosto de 2013.
Durante la manifestación, las fuerzas de seguridad habían dispersado con agua a presión y gas lacrimógeno a un grupo de personas que participaban pacíficamente en ella.
Asimismo, se denunció que habían arrojado trozos de madera y piedras los manifestantes, entre los que había mujeres, personas ancianas y niños y niñas.
Amnistía Internacional tiene entendido que Talib al-Ma’amari, en su calidad de miembro del Consejo de la Shura por la región, hizo de intermediario para que se entablara el diálogo entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
“El uso de gas lacrimógeno y agua a presión para dispersar a manifestantes pacíficos, por no hablar de que se arrojaran trozos de madera y piedras contra ellos, constituyó uso innecesario y excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad”, ha explicado Hassiba Hadj Sahraoui.
Según los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, éstos sólo pueden recurrir a la fuerza cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto; además, al hacer uso de la fuerza deben ejercer moderación y actuar en proporción a la gravedad del delito y al objetivo legítimo que se persiga.
“Las autoridades omaníes más bien deberían investigar de manera exhaustiva e imparcial tales denuncias, en vez de persistir en esta aparente venganza contra un político cuya participación en la manifestación fue, si acaso, constructiva.”