Los líderes del sureste asiático deben tomar medidas urgentes para abordar las graves violaciones de derechos humanos que se están cometiendo contra la población rohingya en Myanmar. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en una carta enviada hoy al presidente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
La carta, firmada por los directores y directoras de 13 oficinas de Amnistía Internacional en toda la región de Asia y Oceanía, pide una cumbre de emergencia de la ASEAN para hacer frente a la crisis humanitaria y de derechos humanos en el norte del estado de Rajine, en Myanmar.
“La ASEAN está eludiendo adoptar una postura mientras uno de sus Estados miembros lleva a cabo una violenta campaña de limpieza étnica”, ha manifestado James Gomez, director para el Sureste Asiático y Oceanía de Amnistía Internacional.
“Los gobiernos de la región deben cumplir los compromisos para con los derechos humanos consagrados en la Carta de la ASEAN, unos compromisos hacia los que el ejército de Myanmar está mostrando un claro desprecio mientras comete crímenes de lesa humanidad contra la población rohingya.”
Desde que un grupo armado rohingya atacó decenas de puestos de las fuerzas de seguridad el 25 de agosto de 2017, Myanmar ha emprendido una campaña brutal e ilegal de violencia contra la población rohingya.
Amnistía Internacional ha documentado numerosas violaciones de derechos humanos, incluidos homicidios ilegítimos e incendios en gran escala de casas y pueblos.
Estos actos forman parte de una campaña de limpieza étnica, que en términos legales constituye crímenes de lesa humanidad, y que incluye asesinatos y expulsiones o traslados forzosos de población. Amnistía Internacional ha confirmado también el uso de minas terrestres antipersonal por parte del ejército de Myanmar.
Hasta el momento, la única respuesta de la ASEAN a la crisis ha sido una anodina declaración —emitida el 24 de septiembre, casi un mes después de que comenzaran las atrocidades en el estado de Rajine— que expresaba “preocupación” por la situación y ni siquiera mencionaba la palabra “rohingya”.
La carta de Amnistía Internacional dice que esta respuesta “no basta”.
“Lo que se necesita es una respuesta mucho más enérgica de la ASEAN a la crisis de Myanmar.”
La organización ha pedido al gobierno de Filipinas —como actual presidente de la ASEAN— que convoque una cumbre de emergencia de la Asociación para facilitar los debates con Myanmar sobre la manera de:
· poner fin a la violencia, las violaciones de derechos humanos y los crímenes de derecho internacional;
· garantizar la ayuda humanitaria a las personas refugiadas rohingyas y el retorno digno y seguro de quienes desean regresar a casa;
· poner fin a la arraigada discriminación contra la población rohingya;
· apoyar investigaciones independientes sobre las violaciones de derechos humanos y ayudar a llevar a los responsables ante la justicia.
La carta está firmada por directores y directoras de Amnistía Internacional en Australia, Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong, India, Indonesia, Japón, Malasia, Mongolia, Nepal, Nueva Zelanda, Tailandia y Taiwán.