Comunicados de prensa
5 diciembre 2013
Las autoridades de Malí deben identificar urgentemente los 21 cadáveres encontrados la noche pasada en una fosa común, que se cree que pertenecen a soldados secuestrados en mayo de 2012. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
“Desde que los soldados fueron secuestrados en el Campamento Militar de Kati, sus seres queridos han tratado desesperadamente de saber qué ha sido de ellos. Las autoridades deben hacer cuanto esté en su mano para que las familias sepan toda la verdad”, ha manifestado Gaĕtan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre Malí, que se reunió con algunos de los familiares de los soldados la semana pasada.
“Por desgracia, los informes iniciales parecen confirmar nuestro temor de que los 21 soldados hayan podido ser ejecutados”, ha añadido Gaĕtan Mootoo. “Amnistía Internacional desea transmitir su más sentido pésame a todas las familias afectadas.”
La fosa común fue descubierta tras la detención del general Amadou Haya Sanogo, que en marzo de 2012 encabezó un golpe de Estado militar en Malí. Varios de sus soldados fueron detenidos también.
Fueron acusados de secuestro y asesinato en relación con la desaparición de 21 soldados “boinas rojas” sospechosos de apoyar un contragolpe de Estado contra el general Sanogo.
La semana pasada, una delegación de Amnistía Internacional, encabezada por el secretario general de la organización, Salil Shetty, se reunió con familiares de los soldados desaparecidos.
Fatimata Cissé, cuyo esposo es uno de los 21 soldados desaparecidos, dijo a la delegación: “Me traumatiza enormemente el no saber qué fue de mi esposo. No puedo seguir así. Aunque esté en una fosa común, necesito saberlo.”
Sagara Binto Maiga, presidenta de la asociación de esposas y familiares de los boinas rojas (soldados) desaparecidos, ha dicho: “Le dijimos al ministro de Defensa que marcharíamos desnudas hasta el interior de las mezquitas si no nos decía qué había sido de nuestros seres queridos. Le dimos como plazo límite la llegada de la delegación de Amnistía Internacional [a final de noviembre]. Nos dijo que tuviéramos paciencia, que hacían lo que podían. Al día siguiente, Sanogo fue detenido y acusado.”
“Amnistía Internacional ha recibido con satisfacción los esfuerzos que el gobierno está haciendo para restaurar la justicia y el Estado de derecho”, ha manifestado Gaĕtan Mootoo.
“Pero no es más que la punta del iceberg. Es preciso hacer más para establecer la verdad de todas las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante los dos últimos años.”
Durante su visita más reciente a Malí, Amnistía Internacional presentó un Programa de Derechos Humanos en el que pedía a las autoridades que investigaran y procesaran a todos los responsables de abusos y violaciones de derechos humanos cometidos en los dos últimos años.
En particular, el Programa pedía información sobre el paradero de los 21 soldados y sobre la ejecución de más de 40 civiles a manos de los servicios de seguridad de Malí.