En respuesta a la declaración del primer ministro libanés Saad al Hariri, en la que anunciaba una operación de seguridad inminente en las afueras de la localidad de Arsal, en el nordeste de Líbano, Lynn Maalouf, directora de Investigación para Oriente Medio de Amnistía Internacional ha afirmado:
“Es fundamental que el ejército libanés y demás partes implicadas en los combates en Arsal den prioridad a la protección de los residentes libaneses y de la población refugiada siria de la zona. Deben abstenerse del uso de medios letales salvo cuando sea inevitable en defensa propia o de otras personas ante una amenaza de muerte o lesión grave. Miles de vidas están en peligro.
“La población refugiada siria de Arsal vive en condiciones muy duras, hacinada en asentamientos de tiendas de campaña. El ejército libanés debe garantizar que la operación se lleva a cabo de forma que se protegen el derecho a la vida y otros derechos humanos. El uso de armas explosivas en estas circunstancias sería contrario a las obligaciones contraídas por Líbano en virtud del derecho internacional y probablemente causaría muertes arbitrarias.
“El ejército libanés debe facilitar la evacuación sin riesgos de los residentes de Arsal y permitir el libre acceso a la localidad de las organizaciones humanitarias y de los servicios médicos de emergencia. También debe garantizar que todas las personas detenidas en la operación reciben un trato compatible con las normas y el derecho internacional de los derechos humanos.”
Información complementaria:
En agosto de 2014, tras el secuestro de 36 miembros de las fuerzas de seguridad libanesas, estallaron en Arsal intensos combates entre el ejército libanés y varios grupos armados, entre ellos el autodenominado Estado Islámico y Jabhat Al Nusra. Según los informes, como consecuencia de los enfrentamientos resultaron heridas 489 personas y murieron al menos 59, entre ellas 15 residentes locales de Arsal y 44 de nacionalidad siria.
Las zonas fronterizas libanesas sufren periódicamente ataques desde Siria, donde el grupo armado autodenominado Estado Islámico sigue reteniendo a soldados y agentes de seguridad libaneses secuestrados en Líbano en 2014.
Imagen: A young Syrian refugee walks past tents at the Al-Nihaya camp in the eastern Lebanese town of Arsal on October 23, 2014. With more than 1.1 million Syrian refugees, Lebanon has the most refugees per capita in the world, and the influx has created some resentment in a country of four million already facing economic and political challenges. AFP PHOTO / Maya Hautefeuille (Photo credit should read Maya Hautefeuille/AFP/Getty Images)