NUEVA YORK – Tras la revisión del presidente Trump a la prohibición de entrada en EE. UU., que ahora incluye a personas procedentes de Chad, Corea del Norte, Irán, Libia, Somalia, Siria, Venezuela y Yemen, Naureen Shah, directora general de campañas de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la siguiente declaración:
“Desde la aplicación de esta prohibición hace 10 meses hemos visto familias destrozadas y naciones enteras cuyos habitantes han sido demonizados en su totalidad por los crímenes de unos pocos. La orden fue una catástrofe, no sólo para quienes buscaban un lugar seguro, sino para quienes simplemente querían viajar a EE. UU. o trabajar o estudiar en el país. Lo de hoy ni relaja la tensión ni supone seguridad para nadie.
“Sólo porque la prohibición inicial fuera especialmente atroz no significa que debamos apoyar otra versión de discriminación aprobada por el gobierno. Es absurdo y cruel prohibir la entrada a todos los ciudadanos de un país, que con frecuencia huyen de la misma violencia que el gobierno estadounidense desea bloquear. Esto no debe normalizarse.”
“En un momento en que el mundo entero se enfrenta a la mayor crisis de refugiados desde la segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense no debe emprender acciones que puedan animar a otros países a instituir prohibiciones de entrada aún más radicales que se añaden a procesos de investigación ya difíciles y que cerrarán más puertas a personas desesperadas en busca de seguridad.”
“Una y otra vez vemos cómo este gobierno va en contra de los valores básicos de decencia y dignidad cuando se trata de ayudar a personas oprimidas. Seguiremos documentando los efectos que esta forma de actuar tiene en las vidas de hombres, mujeres, niños y niñas de todo el mundo. Esta prohibición no debe mantenerse de ninguna forma.”
Foto: One hundred Statues of Liberty assemble outside the US Embassy in central London on Thursday 27 April 2017, to mark US President Donald Trump’s first 100 days in office (29 April).
Amnesty has been strongly critical of several measures from the new US government – including the multi-country travel ban affecting Muslim majority countries (“discriminatory and unlawful”), the 120-day halt to its refugee resettlement programme (“malicious and divisive”), plans for a wall on the Mexican border (“a dangerous move”), and a complete halt to funding for global NGOs that provide abortion advice or referrals (“a devastating blow for women’s rights”).