En respuesta a la noticia de que un tribunal israelí ha confirmado la orden de detención administrativa durante seis meses contra Salah Hammouri, investigador sobre el terreno para la ONG Addameer, Mag
dalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha declarado:
La detención arbitraria de Mohammad Abu Sakha no es sino otro ejemplo vergonzoso del abuso que hacen las autoridades israelíes de la detención administrativa para recluir a sospechosos por tiempo indefinido sin cargos ni juicio. En lugar de recluirlo sin presentar una sola prueba en su contra, las autoridades israelíes deben acusarlo de algún delito común reconocible u ordenar su libertad inmediata.
“Israel lleva 50 años recurriendo a la detención administrativa para reprimir la disidencia pacífica y en sustitución de las debidas actuaciones penales. Ahora parece estar usándola en contra de activistas de derechos humanos. Deben adoptar medidas urgentes para terminar de una vez por todas con esta práctica cruel.”
Salah Hammouri, ciudadano francés, es el segundo miembro del personal de Addameer recluido en detención administrativa. Hasan Safadi, coordinador de medios de comunicación de la organización, lleva recluido sin cargos ni juicio desde el 10 de junio de 2016. Cinco miembros del personal de la organización tienen prohibido viajar fuera de Israel y Palestina. Khalida Jarrar, de la junta directiva de Addameer, también está recluida en detención administrativa desde el 2 de julio de 2017.
