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El ejército de Israel debe tomar medidas de inmediato para proteger a la población civil palestina de los ataques de colonos israelíes en la Cisjordania ocupada y garantizar una investigación eficaz de todos los ataques, incluido el homicidio de un joven palestino en Hebrón a manos de un civil israelí el 17 de octubre, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
Desde el 1 de octubre se viene produciendo un drástico aumento en el número de ataques (presuntos o reales) o intentos de ataque con arma blanca de palestinos contra civiles, militares y policías israelíes. Ocho civiles israelíes han muerto a manos de palestinos, apuñalados o por disparos. En ese mismo periodo, las fuerzas israelíes han matado a tiros a más de 35 palestinos en la Cisjordania ocupada y en Israel, incluidos al menos 14 en Hebrón, tras apuñalamientos o –según las autoridades israelíes– intentos de apuñalamiento.
Amnistía Internacional ha hallado indicios de que al menos algunos de los homicidios de palestinos por las fuerzas israelíes en Hebrón fueron ejecuciones extrajudiciales. Desde el martes por la mañana las fuerzas israelíes han matado a cuatro palestinos más en Hebrón. Pero los residentes palestinos de Hebrón han dicho a Amnistía Internacional que se sienten igual de amenazados por los civiles israelíes –muchos de ellos armados– que viven en los asentamientos ilegales de la ciudad y sus alrededores.
“En menos de un mes, y partiendo de un nivel ya inaceptablemente elevado, se ha producido una escalada de los ataques de colonos israelíes contra palestinos en Hebrón”, ha dicho Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Las fuerzas israelíes deben cumplir con su obligación de proteger a la población civil palestina que vive bajo la ocupación de Israel de los ataques de los colonos, trabajar para evitar la violencia de los colonos y poner a los responsables de estos ataques en manos de la justicia, especialmente en Hebrón. Su evidente pasividad ante algunos de los recientes ataques de colonos las convierte en cómplices”.
El homicidio de Fadel al-Qawasmeh
Según los testigos, el palestino al que mató un civil israelí en la Ciudad Antigua de Hebrón este mes no suponía una amenaza para la vida de nadie en el lugar del crimen, lo cual pone de manifiesto el peligro al que se enfrenta la población civil palestina que vive y trabaja en la zona.
La mañana del 17 de octubre, Fadel al-Qawasmeh, de 18 años y residente en Hebrón, iba andando a trabajar cuando un civil israelí le disparó y lo mató. El ejército israelí afirma que el joven palestino llevaba un arma blanca y trató apuñalar al civil israelí, pero no ha presentado ninguna prueba de ello, a pesar de que en la calle Al-Shuhada, donde tuvo lugar el incidente, hay muchas cámaras de vigilancia operadas por las fuerzas israelíes.
Poco antes de morir, Fadel al-Qawasmeh había pasado el puesto de control 56 de la calle al-Shuhada, que separa la parte de Hebrón aparentemente bajo control palestino de la Ciudad Antigua de Hebrón, donde están los asentamientos israelíes ilegales. Según investigadores de Amnistía Internacional presentes en el puesto de control los días anterior y posterior al tiroteo, los soldados israelíes ordenaban a la gente que vaciara sus bolsillos y pasara varias veces bajo el detector de metales. En el caso de los hombres jóvenes el registro era especialmente exhaustivo, motivo por el cual es muy improbable que Fadel al-Qawasmeh haya podido pasar con un arma blanca.
Un vecino de un edificio de la calle al-Shuhada situado a pocos metros del lugar de los disparos, dijo a Amnistía Internacional que, mientras bajaba por las escaleras de la casa, vio cómo unos soldados israelíes daban el alto a un joven y lo hacían volver al puesto de control. Luego vio cómo un civil israelí vestido de blanco, que había estado junto a los soldados, seguía al hombre por la calle y después le disparaba al menos tres veces en la cabeza y la espalda. Este vecino dijo a Amnistía Internacional que Fadel al-Qawasmeh no tenía nada en las manos y que todos los disparos fueron por la espalda.
En otra entrevista, otro testigo –esta vez una mujer residente en otra casa de la calle– que estaba mirando por el balcón, dijo que vio a un civil israelí que respondía a la misma descripción empuñando un arma de fuego justo antes de los disparos, y que lo oyó insultar al joven palestino. La mujer, que no vio ni oyó nada que hiciera suponer que el joven palestino estuviera amenazando a nadie,
afirmó que las fuerzas israelíes llegaron al lugar en unos segundos, pero no intentaron prestar primeros auxilios a Fadel al-Qawasmeh ni detener al colono que portaba arma de fuego.
“Vi a los soldados israelíes de pie junto al joven, que sangraba tirado en el suelo. Le sacaban fotos sin intentar atenderlo. Estuvieron a su alrededor unos 30 minutos y luego lo cubrieron y supimos que estaba muerto”, dijo la testigo a Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional pide a las autoridades israelíes que lleven a cabo una investigación eficaz e independiente sobre las circunstancias que concurrieron en el homicidio de Fadel al-Qawasmeh, y que pongan en manos de la justicia a su autor. La investigación también debe determinar si los soldados no proporcionaron atención médica a Fadel al-Qawasmeh.
Un portavoz de la policía israelí dijo a Amnistía Internacional que se había abierto una investigación, pero que, al tratarse de un “incidente de seguridad”, se estaba ocupando de ella la Agencia de Seguridad de Israel.
Constante acoso
Los colonos llevan desde hace tiempo atacando y acosando con impunidad a los palestinos en Hebrón y en el resto de la Cisjordania ocupada, en ocasiones con la evidente ayuda o aquiescencia de las fuerzas israelíes. Horas después de esa misma mañana del 17 de octubre, personal de seguridad israelí enmascarado y sin uniformar irrumpió en la casa de la calle al-Shuhada, amenazando a los vecinos que habían presenciado el incidente y borrando las fotos y los vídeos que habían tomado con sus teléfonos móviles. Desde entonces, los colonos y las fuerzas israelíes han atacado y hostigado a los vecinos de esa casa varias veces.
“Ya hemos desistido de denunciar nada a la policía [israelí] de aquí”, dijo a Amnistía Internacional un vecino de la calle al-Shuhada.
“Para denunciar tenemos que cerrar la tienda, ir a la comisaría varias veces y perder varios días de trabajo. No sucede nada. La policía nos trata muy mal cuando vamos a presentar la denuncia. Yo he perdido toda esperanza.”
Cada vez más restricciones
En vez de tomar medidas para proteger a los palestinos de los ataques de los colonos, el ejército israelí anunció ayer más restricciones de circulación a los palestinos en la Ciudad Antigua de Hebrón, el cierre de tiendas palestinas de la zona y la prohibición de que los varones palestinos de entre 15 y 25 años atraviesen los numerosos puestos de control de ejército en el área.
Desde el homicidio de Fadel al-Qawasmeh, ha habido otros graves incidentes de violencia a manos de colonos. La noche del 17 al 18 de octubre, un muchacho palestino de 13 años resultó herido en el pecho por un cóctel molotov arrojado por colonos desde el asentamiento ilegal de Kiryat Arba, en las afueras de Hebrón. A su primo, que trataba de ayudarlo, lo golpearon con una piedra de gran tamaño. Miembros de la amplia familia Da’ana, que viven junto al asentamiento y presenciaron el ataque, dijeron a Amnistía Internacional que las fuerzas israelíes estaban presentes y no intervinieron. Se llamó a una ambulancia pero no pudo llegar a la casa porque el ataque continuaba.
“Si bien volvemos a condenar todos los ataques deliberados contra civiles, incluidos civiles israelíes en la Cisjordania ocupada, los perpetradores palestinos de tales ataques no gozan de impunidad, mientras que los colonos israelíes, por el contrario, pueden herir e incluso matar a civiles palestinos aparentemente sin consecuencias, y las fuerzas israelíes siguen utilizando medios letales contra los palestinos que les parecen sospechosos, incluso cuando sus vidas no corren peligro”, ha dicho Philip Luther.
“Durante demasiado tiempo los mecanismos de investigación de Israel han servido para proteger al ejército y la policía israelíes, así como a los civiles israelíes responsables del homicidio ilegal de civiles palestinos. Es necesario que la comunidad internacional presione para acabar con esta impunidad, y transmita el mensaje de que el derecho a la vida de los palestinos cuenta y que no se tolerará ningún ataque contra civiles.”