Atena Farghadani. © Justice for Iran
El juicio contra la caricaturista satírica Atena Farghadani y su abogado por “relaciones sexuales ilícitas no constitutivas de adulterio” después de que se estrecharan la mano no sólo es absurdo y extremo, sino que también tiene una clara motivación política, afirmó Amnistía Internacional antes de la vista que empezará mañana en Teherán ante el Tribunal Penal General.
Tanto Atena Farghadani, a la que Amnistía Internacional considera presa de conciencia, como su abogado, Mohammad Moghimi, podrían ser condenados a recibir hasta 99 latigazos si son declarados culpables. La organización cree que la caricaturista y activista ha sido recluida simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresión.
“Sin lugar a dudas, es absurdo y también una violación del derecho a la intimidad considerar que un hombre y una mujer que se estrechan la mano están cometiendo un delito”, declaró Raha Bahreini, investigadora de Amnistía Internacional.
“Estos cargos, de motivación política, son un intento obvio de las autoridades iraníes de hostigar a Atena y de poner trabas al trabajo del abogado que la representa. En vez de hostigar e intimidar a esta joven presa de conciencia, las autoridades iraníes deben retirar de inmediato estos cargos y ponerla en libertad sin demora y sin condiciones.”
Amnistía Internacional ha sabido que Atena Farghadani acudirá a la vista de mañana sin haber podido contratar a un abogado de su elección y teme que no la juzguen con las debidas garantías.
Atena Farghadani y Mohammad Moghimi fueron acusados formalmente de “relaciones sexuales ilícitas no constitutivas de adulterio” tras estrecharse la mano en la prisión después del juicio celebrado contra la caricaturista el 13 de junio. Mohammad fue detenido y puesto en libertad a los tres días tras pagar una fianza equivalente a unos 6.000 dólares estadounidenses.
En junio, Atena Farghdani fue condenada a 12 años y nueve meses de prisión por diversos delitos, entre otros, injurias a miembros del Parlamento de Irán y al líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, tras publicar una serie de caricaturas satíricas en las que aparecían dibujados como monos, vacas y otros animales.
La declaración de culpabilidad también es consecuencia de las declaraciones públicas que hizo Atena Farghdani sobre los derechos de las familias de las víctimas de la campaña de represión que lanzó el gobierno después de las elecciones presidenciales de 2009.
Estando en prisión, Atena Farghadani ha recibido insultos de carácter sexual y de otra índole, tanto de funcionarios penitenciarios como de los guardias. A pesar de que en septiembre Atena Farghadani estuvo tres días en huelga de hambre, sigue sufriendo hostigamiento.