Atena Farghadani, artista y presa de conciencia iraní, podría estar al borde de la muerte tras ser hospitalizada cuando llevaba tres semanas en huelga de hambre. Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades iraníes su liberación inmediata e incondicional.
Según su abogado, la pintora y activista de 28 años fue trasladada desde la prisión de Gharchak hasta un hospital el 26 de febrero tras sufrir un ataque al corazón, y anteriormente en la semana perdió brevemente el conocimiento. El 9 de febrero dejó de ingerir toda clase de alimentos, azúcar y sal para protestar su detención prolongada y los malos tratos que sufría en la prisión de Gharchak, en Varamin, 50 kilómetros al sur de Teherán, donde estaba recluida junto a personas condenadas por graves delitos. En el hospital ha rechazado un goteo intravenoso.
“Atena no tendría que haber sido encarcelada, para empezar. Sus reiteradas detenciones y reclusiones arbitrarias por su obra artística es un atentado manifiesto contra su libertad de expresión”, ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Ahora su vida está literalmente en manos de las autoridades iraníes. Debe recibir la asistencia médica urgente que necesita, y las autoridades iraníes deben liberar de inmediato y sin condiciones tanto a ella como a todos los demás presos de conciencia.”
Ha prometido no abandonar la huelga de hambre hasta que las autoridades iraníes acepten trasladarla a la prisión de Evín, en la capital.
Atena Farghadani fue detenida por segunda vez el 10 de enero de 2015 tras ser citada a declarar ante un tribunal revolucionario, posiblemente como medida de represalia por un mensaje de vídeo que había publicado tras su liberación en el que describía su experiencia en la cárcel. Sus progenitores contaron a periodistas que la habían sometido a palizas en la sala del tribunal antes de su traslado a la prisión de Gharchak.
Los cargos en su contra incluían “difundir propaganda contra el sistema”, “insultar a miembros del Parlamento a través de obras pictóricas” e “insultar al líder supremo”, y se basaban en sus exposiciones de arte, sus pinturas críticas y otras actividades pacíficas, como reunirse con familiares de presos políticos. A su abogado todavía no le han permitido leer el expediente de su causa.
Detenida anteriormente
La Guardia Revolucionaria de Irán detuvo por primera vez a Atena Farghadani el 23 de agosto de 2014. Registraron su vivienda, confiscaron sus pertenencias y se la llevaron con los ojos vendados.
En aquella ocasión estuvo cinco días recluida en régimen de aislamiento en la Sección 2A de la Prisión de Evín, controlada por la Guardia Revolucionaria, y a continuación fue trasladada a una celda compartida con Ghoncheh Ghavami, presa de conciencia de doble nacionalidad iraní y británica detenida tras protestar por la exclusión de las mujeres del voleibol. Atena Farghadani estuvo otros 10 días en aislamiento tras declararse en huelga de hambre por su detención.
Más tarde contó a los medios de comunicación que la habían interrogado durante nueve horas cada día a lo largo de un mes y medio en la prisión de Evín. Los interrogatorios giraban en torno a una viñeta que había dibujado y publicado en Facebook y a sus reuniones con familiares de personas que habían muerto en el contexto de los disturbios desatados tras las controvertidas elecciones presidenciales de Irán en 2009.
La ilustración, de unos parlamentarios emitiendo su voto, era una crítica a los miembros del Parlamento por considerar un proyecto de ley destinado a penalizar la esterilización voluntaria como parte de un plan general para restringir el acceso a las medidas anticonceptivas y los servicios de planificación familiar.
Además, las autoridades presentaron también el cargo de “reunirse y actuar en connivencia con elementos antirrevolucionarios y sectas desviadas” contra Atena Farghadani por su exposición de arte, titulada “Parandegan-e Khak” (“Pájaros de la tierra”), referida a las personas que habían muerto en los violentos sucesos posteriores a la disputada elección de 2009 y a la que habían asistido familiares de presos políticos así como miembros de la comunidad bahaí.
En todo este tiempo no había tenido acceso a un abogado ni a su familia. Tras declararse en huelga de hambre para protestar por su detención, las autoridades la pusieron en libertad previo pago de una elevada fianza el 6 de noviembre.
Testimonios en vídeo sobre los malos tratos en la Prisión de Evín
Según un mensaje de vídeo que Atena Farghadani publicó a finales de diciembre tras ser liberada, mujeres guardias de la prisión de Evín la habían golpeado y sometido a humillantes registros corporales y otros malos tratos por intentar seguir pintando en prisión, usando vasos de papel desechados y flores de la zona destinada al ejercicio.
Dijo también que las autoridades penitenciarias habían instalado cámaras de vigilancia en los servicios de la Sección 2A de la Prisión de Evín, que habían usado para grabarla recogiendo vasos de papel de un cubo de basura. En su mensaje de vídeo decía:
Las [guardias de la prisión] murmuraban […] “¿para qué quiere esos vasos?” Una de ellas estaba diciendo: “rebobina la cinta” […] Una de las guardias abrió la puerta de golpe […] y gritó: “quítate la ropa”. Le dije que lo que estaban haciendo era ilegal […] una de las guardias que decía muchas palabrotas me sujetó las manos en alto, porque yo me resistía al registro […] Mi mano derecha chocó contra la pared y noté que la muñeca se hinchaba y me dolía […] Les dije que estaba en huelga de hambre y sed, y que iba a presentar una denuncia. Una de ellas me dijo: “Calla la boca o te pego tan fuerte que se te va a llenar de sangre”.
“La historia de Atena Farghadani es un escalofriante vistazo a los horrores de la vida tras los barrotes de la cárcel para los presos de conciencia de Irán. Debe ser un toque de atención a las autoridades, para que sepan que la verdad saldrá a la luz por más que intenten silenciarla”, ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui.