Un niño refugiado en brazos de su hermano mayor en el puerto de Kos, Grecia © Amnesty International (Photographer: Eliza Goroya)
La respuesta de los dirigentes europeos a la creciente crisis de refugiados ha sido incoherente y ha carecido de liderazgo, ambición y compasión. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional al lanzar su Agenda para Europa justo antes de que la Comisión Europea anuncie hoy nuevas propuestas para abordar la crisis.
A Union of Protection: Amnesty International’s Agenda for Refugee Protection in Europe (Una unión de protección: Agenda de Amnistía Internacional para la protección de las personas refugiadas en Europa) expone los cambios urgentes que se requieren en el enfoque europeo respecto a la creciente crisis de refugiados, en vísperas de la reunión de emergencia del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior que se celebrará en Bruselas el lunes.
“El grado de sufrimiento padecido por las personas refugiadas que huyen de la violencia y las violaciones de derechos humanos ha alcanzado un nivel que no se había vuelto a ver en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, ha manifestado John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“La respuesta a la crisis de refugiados de Europa ha sido fragmentaria e incoherente, en un momento en el que se necesitan, más que nunca, un liderazgo con ideas claras y una reforma radical del colapsado sistema de asilo europeo.”
Amnistía Internacional pide un enfoque estratégico para toda Europa que garantice un aumento del número de rutas seguras y legales para las personas refugiadas que huyen de la persecución y los conflictos. Se requieren urgentemente unas condiciones de recepción adecuadas y humanas para el momento de la llegada de esas personas, y una racionalización de los procedimientos de asilo en la que los Estados compartan de manera justa la responsabilidad de recibir a los refugiados.
Casi 2.800 personas han perdido la vida en lo que va de año tratando de alcanzar la seguridad en Europa. Han tenido que difundirse imágenes terriblemente impactantes de estos sucesos para que algunos dirigentes abandonaran su complacencia y se decidieran a dar un giro de 180 grados y aumentar su oferta de plazas de reasentamiento.
Las escenas de desesperación en Hungría y Grecia han mostrado que las penalidades de los refugiados y solicitantes de asilo no concluyen, ni mucho menos, cuando llegan a la Unión Europea.
El personal de Amnistía Internacional presenció recientemente las terribles condiciones de recepción, y cómo un grupo de matones agredía físicamente a refugiados y a activistas que los ayudaban en la isla griega de Kos.
Los investigadores de Amnistía Internacional también informaron desde Hungría, donde se habían reunido con personas que permanecían detenidas sin comida ni agua, y con otras que se veían obligadas a dormir al raso.
La Agenda de Amnistía Internacional para la protección de las personas refugiadas en Europa expone con detalle los problemas que es preciso abordar y las acciones urgentes y concertadas que deben emprenderse.
Los dirigentes europeos deben, con carácter de urgencia:
- Incrementar considerablemente el apoyo a los Estados de la UE con fronteras exteriores, para que puedan proporcionar unas condiciones de recepción humanas y acelerar el procesamiento de las solicitudes de asilo;
- Garantizar el acceso al territorio de la UE a las personas refugiadas que lleguen a las fronteras terrestres exteriores;
- Aliviar la inmensa presión sobre los países con fronteras exteriores, mediante un programa de reubicación de emergencia;
- Revisar la legislación europea que limita la libertad de circulación de los solicitantes de asilo que consiguen ser admitidos en la UE;
- Hacer que los Estados miembros con fronteras exteriores pongan fin a las devoluciones en caliente y a las violaciones de derechos humanos, incluidos los malos tratos y el uso excesivo o innecesario de la fuerza.
Para lograr una solución más sostenible, los dirigentes europeos deben proporcionar un mayor número de rutas seguras y legales hasta la UE, con el fin de evitar las muertes en rutas peligrosas, y deben acordar un sistema de asilo común con igualdad de derechos en toda la UE.
Amnistía Internacional calcula que, en los próximos dos años, se necesitarán aproximadamente 1,38 millones de plazas de reasentamiento para las personas refugiadas más vulnerables en todo el mundo. La organización pide a los Estados miembros de la UE que ofrezcan al menos 300.000 plazas a lo largo de este periodo, ya sea mediante programas nacionales o mediante un programa obligatorio establecido por la UE.
“Existe una crisis de refugiados mundial, no simplemente una crisis de refugiados europea. Los dirigentes de la UE no pueden ignorar este hecho ni dar la espalda a sus trágicas consecuencias. Tras meses de evasivas, finalmente deben establecer una respuesta de emergencia coordinada y revisar a fondo su fallido sistema de asilo.”