Emprender hacia la igualdad de género: Entrevista a Carmen Cosp

Carmen Cosp

_ Como mujer emprendedora, ¿Sentís que tuviste que luchar el doble que tus pares hombres para llegar donde estás? 

Sin dudas, hemos recorrido un largo camino las mujeres líderes empresariales en nuestro país para estar donde estamos. La empresa, el trabajo, la politica, las organizaciones gremiales de trabajo, estaban privatizados por el sector masculino. Acceder a ese espacio fue muy dificil sobre todo en los puestos de conducción. Hemos tenido que demostrar que no solo eramos capaces, sino que lo podíamos incluso hacer mejor.

_ ¿Te sentiste alguna vez discriminada en el mundo empresarial siendo mujer? 

Muchas veces. Tengo más de 30 años ocupando altos cargos en la empresa familiar. Recuerdo que en algún momento (en los años 90) contratamos un asesor en Organización y Métodos porque éramos 4 líderes familiares. El nos distribuyó en los cargos y a mi me propuso como Gerente General. Desde entonces, participé en los circulos empresariales, donde las mujeres éramos total minoría. No era extraño que se dirijan a nosotras con chistes, burlas disimuladas, con referencia a nuestra participación, o hacienda alusión a las supuestas «debilidades» femeninas. De hecho, en los círculos empresariales estaban acostumbrados a reunirse dirigentes hombres y era muy extraño tenernos allí a nosotras (poquitas,2 o 3). Como buenas líderes después de escuchar,  aprovechando el espacio,  participábamos activamente con nuestras ideas, aportes y comentarios.

_¿Cuáles son los principales desafíos para las mujeres emprendedoras en nuestro país? 

Aunque la cultura de discriminación hacia la mujer, aún esta viva, debo decir que los tiempos han cambiado mucho, porque actualmente las mujeres cumplen y asumen importantes roles tanto en la empresa como en la política y en todas las áreas en general, y se destacan con mucha fuerza por la constancia,  el estilo de liderazgo más armónico, el seguimiento a los temas y la fuerza para derribar problemas y llegar a acuerdos.

El principal desafío sin dudas, es que la mujer ocupe todos los espacios de poder, que  merezca por  su formación y desempeño, compitiendo en igualdad de condiciones.

_ En tu rol de empresaria y además como madre y abuela…¿Cómo ves esta escalada de violencia hacia las mujeres en el Paraguay? 

Con mucho dolor y preocupación. Tema crítico, candente en nuestro país y en el mundo donde no solo la mujer no es respetada en sus derechos, sino que además sufre violencia física y verbal en sus hogares, con sus parejas. Desde ADEC y con apoyo de la cooperación Internacional “GYZ CONvo mujer”, venimos trabajando con las empresas, formando y capacitando a hombres y mujeres para sensibilizar sobre este tema tan grave que es una pandemia en el mundo. En IRIS, por ejemplo, instalamos cursos sobre masculinidad a los varones (trato a la mujeres,  mitos del machismo “los hombres no tienen que llorar” “vos sos el hombre de la casa”, etc) . También talleres de prevención para que ambos sexos, conozcan la realidad de esta violencia de género,  como impacta, como se puede contener, manejar, denunciar y  manejar el ciclo de la violencia.  Muchas mujeres vuelven a sus casas con promesas de que ya no serán golpeadas y generalmente el problema se mantiene o se agrava.

En este mes de noviembre IRIS lanzó  una nueva campaña,  reivindicando esta lucha tuvo repercusión nacional a través de todas las redes. Esta mereció el premio Campana de Oro hace unos días, en el rubro de Campaña de Prevención de la Violencia contra las Mujeres, para  nuestra agencia publicitaria en  la premiación de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP).

Seguimos trabajando internamente en la empresa, y a través de las redes sociales para toda la sociedad, exigiendo una vida de respeto que todos nos merecemos.

IRIS y algunas más recibimos el sello “Empresa Segura, libre de violencia y discriminación contra la mujer “ que otorga el Ministerio de la Mujer por sus acciones y la lucha constante contra la violencia hacia la mujer. Un flagelo que golpea a varias familias paraguayas.

_¿Qué pensás del debate sobre género que suscitó polémica en los últimos meses? 

El debate es siempre interesante, porque ayuda a tener una mirada más amplia sobre los temas.  El tema de género es muy complejo si se lo enfoca solo desde lo cultural o solo desde lo  biológico. Lo que yo aprendí y sostengo es que la vida  es compleja, no hay respuestas únicas, radicales y podemos hacernos  mucho daño unos a otros y hacer sufrir a muchos con posiciones duras. Por eso, tenemos que vivir abrazando las diferencias.

_Desde la ADEC defendiste los Derechos Humanos e históricas reinvidicaciones a favor de los más vulnerables de esta sociedad. ¿Cómo surgió esta visión? ¿Qué significó o significa para vos? 

Esta visión surge de mi infancia. En mi familia los 8 hijos mamamos la solidaridad para con todos y muy especialmente hacia los que no tuvieron oportunidades de crecer y competir. Mi casa siempre estuvo abierta a los mas necesitados y eso nos marcó. De hecho la familia es la gran escuela de estos valores, alli  se aprende el valor de la fraternidad, la verdad, el amor y la justicia. Por eso, porque lo viví desde chiquita, esto tiene tanta importancia en mi vida, me duelen las injusticias, la desigualdad, el que pocos tengan tanto y el que muchos tengan tan poco para una vida digna.

Estos valores transcienden en mi familia y en mi trabajo, particularmente en IRIS, la industria de productos para el hogar, donde soy Directora. El año pasado IRIS cumplió 80 años de fundación y lo celebramos como te comenté también con una campaña de concientización en contra de la corrupción. “Que las plagas sigan cayendo” refieriéndonos a los bichos que matan nuestros productos, pero unida tb. a las otras plagas de la sociedad: la corrupción, la falta de ética y transparencia en las entidades publicas y privadas.

_ ¿Qué mensaje dejarías a las mujeres paraguayas? 

Que luchen por hacer oir no solo su voz, sino su mensaje de no discriminación, de igualdad de derechos. Mirar hacia arriba y adelante. Somos demasiado importantes en el proceso de construcción de un país que debe incluir a todos sus hijos. Con nuestro corazón maternal tenemos que luchar para acabar con las desigualdades que duelen, con la violencia y la indiferencia que mata. Dejar un legado a  los jóvenes. Queremos un país que viva a través de ellos, de su mirada nueva de sueños e ideales hacia un país sin trampas, sin corrupción, abierto a los cambios, sosteniendo los principios, valores y los derechos humanos.

Queremos un país VIVO, que lata desde el corazón de los y las jóvenes que llenen la patria con ideales nuevos, no contaminados, hacia una Nación de hermanos. Aprovechemos este tiempo de Navidad para reflexionar sobre nuestras actitudes y para abrir como Jesús el corazón a todos.

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