Elba Núñez, titular del capítulo paraguay del Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem Paraguay) se refirió a la situación actual de la educación paraguaya tras el anuncio del retiro de textos con perspectiva de género en materiales oficiales del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) del Paraguay.
En una entrevista telefónica con Amnistía Internacional Paraguay, Núñez habló acerca del retroceso en materia de Derechos Humanos que representa la decisión de la cartera educativa – presionada por grupos religiosos -, y puso énfasis en contrarrestar el cerco mediático con una campaña de información de organizaciones de la sociedad civil. Igualmente alertó sobre la situación de amenaza a organizaciones y defensores de DDHH en nuestro país en el escenario actual.
“Nosotros creemos que esta decisión del ministro es un grave retroceso para los derechos humanos. Marca un precedente nefasto para el Paraguay porque hablamos de implementación de una medida muy similar a las medidas que se implementaron bajo la dictadura de Alfredo Stroessner. Se está cercenando el derecho de niños, niñas y jóvenes que están en el sistema educativo a estudiar el enfoque de género y derechos humanos”, señaló Núñez.
“Se necesita un acceso irrestricto a la información acerca de los derechos sexuales y reproductivos, acerca de anticonceptivos y desafíos que existen para la construcción de una sociedad con mayor igualdad y lo peor de todo es que marca un sigma muy grave en el sentido de que se da pie como para alentar hacia el odio y la intolerancia en el Paraguay. En ese sentido creemos que la medida es absolutamente atentatoria de los derechos humanos de niños y niñas, genera un clima de absoluta falta de garantías y zozobra”, aseveró.
“El mensaje que se proyecta a la sociedad paraguaya es que quienes defienden el derecho a la formación en la teoría de género serán perseguidos por el el clima de odio e intolerancia a las organizaciones”, refirió.
“Se trata de un retroceso a un proceso que hemos iniciado hace más de 30 años en el Paraguay”, apuntó.
_ ¿Cómo se puede revertir esta situación?
“Esto se puede revertir con una fuerte reacción ciudadana, es un tema que amerita que la sociedad paraguaya en su conjunto tome conciencia acerca de esta situación. Estamos hablando de una fuerza fundamentalista que coopta estructura estatal, viola el laicismo del Estado. Hay una gran confusión porque estos grupos lograron activar en clave de miedo a la familias que a partir de la inclusión de la perspectiva de género en la educación habría un ataque a las familias. Es decir, comunicacionalmente han desarrollado una estrategia impresionante”, subrayó Elba Núñez.
“De alguna manera, el desafío que tenemos las organizaciones es romper el cerco mediático y hacer llegar un mensaje distinto a la sociedad paraguaya y develar esta cortina de humo que se ha generado”, agregó.
“Otra manera de revertir este escenario es apelar a la solidaridad internacional porque marca un precedente nefasto para la región. Paraguay está siendo nuevamente un laboratorio para una arremetida conservadora. Si la estrategia es global, la lucha también debe ser global, es decir, tenemos que apelar fuertemente a la solidaridad y es ahí que Amnistía Internacional juega un papel fundamental y estratégico porque es una organización mundial. Es un momento en el cual necesitamos multiplicar solidaridades. Paraguay asumió compromisos en materia internacional y no es restar soberanía, simplemente que la conquista de derechos es una cuestión de humanidad”, remató.
_ ¿Por qué en un sistema democrático no existe una reacción de protesta ante este retroceso en materia de derechos adquiridos?
“Porque estos grupos han generado un gran nivel de confusión. La monopolización de los medios de comunicación no es poca cosa. A lo que nos enfrentamos es a una alianza fundamentalista, política, económica y religiosa que está acaparando los medios de comunicación. Desde la comunicación alternativa se debe mostrar a la ciudadanía cómo esto les afecta en su vida cotidiana”, respondió.
“Niños y niñas en el Paraguay ya no van a tener acceso a la educación como para prevenir el abuso sexual en el Paraguay sino que además construir sociedades con mayor igualdad. Comunicacionalmente debemos llegar a comunidades rurales, se debe traducir esto al lenguaje de la vida cotidiana para que haga escuchar su voz. La nueva generación reclama una educación sexual con ese enfoque. Se dan cuenta de que son sujeto de derecho. Además debemos multiplicar los espacios de debate y discusión en la sociedad civil”, dijo finalmente.
Epigrafe foto: Elba Núñez (centro) titular de Cladem Paraguay