El Salvador es uno de los únicos países en el mundo en donde el aborto está prohibido en todos los casos, aun cuando significa un peligro para la vida de la madre. Beatriz, de 22 años, está embarazada de cuatro meses y medio y ha sido diagnosticada con un número de enfermedades severas, incluyendo lupus y fallas renales.
Los médicos dicen que podría morir si continúa con su embarazo, pero no la han tratado porque temen que si lo interrumpen podrían ser procesados bajo las estrictas leyes anti-aborto del país. La corte Suprema de El Salvador esta ahora considerando el caso mientras la salud de Beatriz se agrava.
Dennis Muñoz, uno de los abogados de Beatriz, habló con Amnistía Internacional.
¿Cuál es la situación de Beatriz?
Beatriz acaba de cumplir 22 semanas de embarazo. La Corte Suprema tomará una decisión con el examen forense que ha hecho el Instituto de Medicina Legal pero el proceso continúa estirándose y Beatriz sigue en el hospital, sufriendo porque esta lejos de su esposo y pequeño hijo, que viven a dos horas de la ciudad.
¿Cómo está Beatriz?
Beatriz está muy grave de salud, tiene lupus, hipertensión e insuficiencia renal. Desde el gobierno dicen que están haciendo todo lo posible pero siguen dilatando el proceso. Aquí no hay efectiva administración de justicia.
¿Qué quieren que hagan las autoridades?
Estamos esperando que las autoridades permitan que el hospital realice la operación que 15 médicos del hospital nacional de maternidad recomendaron cuando Beatriz tenía 13 semanas de embarazo (ahora ella tiene 22 semanas).
¿Es el caso de Beatriz común en El Salvador?
Es un caso usual entre mujeres de bajos recursos. Hay una larga historia con muchos casos similares de mujeres que no tienen acceso a los servicios de salud que necesitan. Hay mujeres encarceladas acusadas de practicarse abortos cuando ni sabían que estaban embarazadas. En esos casos se presume la culpabilidad de la mujer de inmediato y no existe una visión de género.
¿Son estas condenas “ejemplificadoras”?
Si, esta es una cacería de brujas. Las autoridades buscan poner a estas mujeres como ejemplo.
¿Es difícil trabajar sobre derechos sexuales y reproductivos en El Salvador?
Nuestro trabajo es muy difícil. Estamos etiquetados como los “abogados abortistas”, tanto por grupos conservadores como por otros colegas. Pero yo tengo la convicción que estas chicas no son culpables. Las conozco y les creo.
¿Qué esperan para los próximos días con respecto a Beatriz?
Queremos que su caso se resuelva lo antes posible. Que Beatriz no se muera, así de sencillo.
Cada día que pasa, su situación de salud se agrava. Ella solo quiere salvar su vida, y estar con su familia.