Justo un par de días antes de que empiecen los Juegos Olímpicos de Sochi, ha sido detenido un activista. Por desgracia, tales detenciones no son inusuales en Rusia, pero el momento en que se ha llevado a cabo esta detención en concreto transmite un mensaje escalofriante a toda la sociedad civil rusa.
El ecologista Yevgeny Vitishko tenía la intención de viajar hoy a Sochi, pero fue detenido por la policía, acusado de “actos de incivilidad” y condenado a 15 días de detención administrativa. ¿Su delito? Según las autoridades rusas, proferir expresiones malsonantes mientras esperaba en una parada de autobús.
Cuando oí las noticias sobre la detención de Yevgeny Vitishko, estaba conversando con Semyon Simonov, abogado de la organización de derechos humanos Memorial en Sochi que defiende los derechos de los trabajadores migrantes.
Gran parte de quienes participaron en la construcción de los hoteles y los estadios olímpicos de Sochi no han sido remunerados por su arduo trabajo. Una vez terminada la construcción, muchos de ellos recibieron presiones para abandonar Rusia, y otros fueron expulsados por la fuerza. Hace unos cuatro meses, Semyon Simonov habló con miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre la violación de los derechos de los trabajadores migrantes y entregó a la delegación del COI una lista con 700 nombres de personas cuyos derechos habían sido gravemente vulnerados. El COI no se ha puesto en contacto con Semyon Simonov desde entonces, y sólo una decena de personas de la lista han recibido sus salarios.
Semyon Simonov también comentó lo difícil que es organizar manifestaciones en Sochi, incluso al margen del contexto de los Juegos Olímpicos.
“Pedimos autorización para una manifestación (tal como exige la legislación rusa), que va seguida de una invitación a la alcaldía, donde las autoridades municipales nos intentan convencer de desconvocar el acto. Si eso no da resultado, suele ocurrir con bastante frecuencia que una escuela de la zona organiza un festival o una jornada deportiva justo en esa fecha concreta y en ese preciso lugar. A continuación, las autoridades proponen un lugar diferente para la celebración de la protesta, que resulta ser un parque situado a las afueras de la ciudad, donde apenas puede vernos u oírnos nadie.”
En vez de estar presente en Sochi durante los Juegos de Invierno, Yevgeny Vitishko pasará los próximos 15 días en detención administrativa, y Sochi 2014 ya tiene su primer preso de conciencia.
Durante esos 15 días, no podrá hablar de los daños medioambientales causados por la construcción de las infraestructuras olímpicas ni de otras cuestiones que no encajen en el espectáculo olímpico de Vladimir Putin. El caso de Yevgeny Vitishko es otro claro ejemplo del hostigamiento a que está sometido el activismo de la sociedad civil en los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno. Se trata de un mensaje sencillo y espeluznante de las autoridades rusas a la sociedad civil del país: quien no siga el dictado al dedillo, será el siguiente.
Actúa:
Activista medioambiental, detenido por decir palabras malsonantes: Yevgeny Vitishko (Acción Urgente, 3 de febrero de 2014)
Más información:
Rusia: Otro ecologista detenido y su ONG obligada a renunciar a la presentación de informe sobre Sochi launch (comunicado de prensa, 4 de febrero de 2014)
Rusia: Detenido un activista de la sociedad civil en vísperas de las Olimpiadas de Sochi (comunicado de prensa, 3 de febrero de 2014)
El calor de los activistas nos reconfortó en un Moscú gélido (blog, 3 de febrero de 2014)
Cientos de miles de personas piden a Putin el fin de la represión en Rusia (noticia, 31 de enero de 2014)