Comunicados de prensa
13 febrero 2014
Hasta un cuarto de millón de civiles en las zonas bajo asedio de todo Siria necesitan que el Consejo de Seguridad de la ONU presione para lograr un acceso humanitario sin restricciones que alivie su sufrimiento. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, mientras el órgano mundial examina una propuesta de resolución presentada por Australia, Luxemburgo y Jordania.
En tan sólo un lugar –el campo de Yarmouk para refugiados palestinos, en el sur de Damasco, en el que también viven refugiados sirios–, la organización ha recibido los nombres de más de un centenar de hombres, mujeres, niños y niñas que han muerto durante el asedio impuesto por las fuerzas armadas sirias el pasado mes de julio tras una serie de enfrentamientos con grupos armados de oposición. El hambre, la falta de atención médica adecuada y los disparos de francotiradores han sido las principales causas de muerte.
“La situación de los civiles atrapados y asediados en diversos lugares de todo Siria es realmente atroz; apenas tienen alimentos y suministros médicos esenciales, y algunos incluso carecen por completo de ellos”, ha manifestado José Luis Díaz, director de la Oficina de Amnistía Internacional ante la ONU en Nueva York.
“Vez tras vez, el Consejo de Seguridad ha desperdiciado la oportunidad de abordar la catástrofe humanitaria y de derechos humanos que viene desarrollándose durante casi tres años de agitación en Siria.”
“Su ‘Declaración presidencial’ no vinculante sobre el acceso humanitario, considerada un pequeño paso adelante cuando se adoptó el 2 de octubre del año pasado, ha resultado ser básicamente letra muerta. El Consejo, incluidos Rusia y China, debe adoptar una resolución enérgica sobre el acceso, y no debe fallar en estos momentos a los civiles sitiados en Siria.”
Rusia –que, junto con China, en los últimos dos años y medio ha vetado tres resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Siria– ya ha manifestado su oposición al borrador de resolución.
Mientras continúan las negociaciones sobre el borrador, Valerie Amos, coordinadora de ayuda de emergencia de la ONU, informará hoy al Consejo de Seguridad sobre el desarrollo de la aplicación de la Declaración presidencial.
Se han realizado progresos, aunque limitados, para permitir la llegada de ayuda humanitaria a algunas zonas sitiadas y, en plenas negociaciones para poner fin al asedio de Yarmouk, cientos de personas han sido evacuadas a hospitales en otros puntos de Damasco.
Pero sigue habiendo serios obstáculos. Incluso el breve alto el fuego para permitir la evacuación de civiles del casco histórico de Homs se vino abajo cuando un convoy de ayuda humanitaria de la ONU fue atacado a principios de esta semana, aunque posteriormente dicho alto el fuego se ha ampliado.
Los residentes de Yarmouk han dicho a Amnistía Internacional que llevan un año sin electricidad, y que se ven obligados a salir, bajo el fuego de los francotiradores, a buscar hierba para comer; algunos han recurrido a comer comida para gatos. Los activistas locales han publicado los nombres de decenas de personas, entre ellas trabajadores de ayuda humanitaria, detenidas en las dos últimas semanas cuando fueron al punto de control principal del norte del campamento para ayudar en la distribución de un pequeño cargamento de ayuda humanitaria. Los profesionales de la salud del campo han dicho a Amnistía Internacional que sólo uno de los hospitales de Yarmouk sigue funcionando parcialmente, pero que no tiene médicos.
Los bloqueos impuestos por las fuerzas gubernamentales sirias en Moadamiya, en el este de Ghuta y en otras zonas también han dejado a los desesperados civiles atrapados y con una escasez extrema de alimentos y suministros médicos. Dos localidades predominantemente chiíes de la gobernación de Aleppo, Zahraa y Nubl, también han sido sitiadas por los grupos armados de oposición en los últimos meses.
“El creciente acceso humanitario en un reducido número de zonas no es más que una gota en el océano si se compara con el inmenso sufrimiento de los civiles en todo Siria», ha declarado José Luis Díaz.
“Los civiles llevan demasiado tiempo atrapados en el fuego cruzado y aislados de la ayuda humanitaria. Mientras las conversaciones de Ginebra entre el gobierno sirio y los grupos armados se tambalean, el Consejo de Seguridad de la ONU no tiene tiempo que perder para garantizar un acceso humanitario adecuado que llegue a todos los civiles que lo necesitan.”
El gobierno sirio debe permitir que la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria tenga acceso para investigar todos los abusos y violaciones de derechos humanos, incluidos los que constituyen crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, que están cometiendo todas las partes del conflicto. También debe permitir el acceso a Amnistía Internacional y a otras organizaciones de derechos humanos.
La organización sigue pidiendo la liberación de los activistas pacíficos que están bajo custodia gubernamental, y también la de los civiles a los que los grupos armados mantienen como rehenes.