Hoy, 9 de agosto, en el que se recuerda el día internacional de los Pueblos Indígenas, 45 familias indígenas Avá Paranaense lo están pasando, sin sus viviendas, sin sus escasas pertenencias, fuera de las tierras que reclaman, luego de ser víctimas de un brutal desalojo que desconoció sus derechos humanos. De esta forma, la comunidad indígena Tekoha Ysyry Miri – Acaraymi, engrosa la lista junto a otras que hoy ven, una vez más, sus derechos avasallados en un día que debería ser de celebración de los mismos.
Amnistía Internacional, como parte de la Plataforma Sauce Pytyvohára, desde hace años es testigo de la inmensa lucha del Pueblo Indígena Avá Guaraní Paranaense por recuperar parte de sus tierras luego del despojo realizado al momento de la construcción de la Hidroeléctrica Itaipú Binacional. Este gigante emprendimiento, uno de los principales productores de energía limpia para Paraguay y Brasil, carga sobre sus espaldas el sufrimiento y dolor de comunidades indígenas, sin que, hasta la fecha, se haya hecho una reparación integral a las comunidades asentadas a ambas márgenes del río Paraná.
El 07 de agosto, en Hernandarias, el Estado paraguayo suma a este contexto de marginalización una vergonzosa actuación de desprotección. Mujeres, niños, y niñas, debieron salir forzosamente de sus hogares presenciando el atropello de tractores sobre sus viviendas, en medio del frío y desamparo. Ya estando en una situación de extrema necesidad, esta acción sólo profundiza más la vulnerabilidad en la que está esta comunidad: sin vivienda, sin acceso a alimentación, sin el respeto y garantía de sus derechos humanos.
Ya en el 2018, Amnistía Internacional emitió su investigación “Una Receta para Criminalizar” en la que plasmaba, luego de un riguroso relevamiento en terreno y examen documental, las numerosas excusas del Estado paraguayo para desconocer derechos indígenas sobre sus tierras ancestrales y hacerlas víctimas de desalojos. A seis años de este informe, nos seguimos tropezando con una realidad lacerante en la que las violaciones de estos pueblos se siguen incrementando.
Nuestra más profunda solidaridad hoy está puesta en el Pueblo Guaraní Avá Paranaense, exigiendo al Estado paraguayo la asistencia inmediata a Tekoha Ysyry Miri- Acaraymi y la resolución de fondo de su problema territorial. Esto lo unimos al reclamo del Pueblo Avá Paranaense, que exige a la Itaipú Binacional y a los Estados de Brasil y Paraguay la devolución de sus tierras y la reparación integral de sus derechos humanos.
Asunción y Hernandarias, 9 de agosto de 2024