Derechos a la participación y a la protesta

Los derechos humanos a la manifestación, a la libertad de expresión y a la participación en asuntos públicos deben ser respetados y garantizados. La limitación arbitraria de estos derechos y su represión sólo acarreará un mayor malestar ciudadano y desconfianza hacia las autoridades que deberían velar por el bien común.

Desde Amnistía Internacional Paraguay asistimos con suma preocupación el tratamiento del proyecto de ley de superintendencia de jubilaciones y pensiones, la cual claramente despierta posiciones diversas y dudas razonables de miles de personas que ven en él, el cercenamiento de derechos arduamente conquistados.

Independientemente al respaldo argumental y jurídico de una y otra posición, el Estado de ninguna forma podría tratar y aprobar un proyecto que tanta incertidumbre despierta, sin contar con la voz ciudadana expresada claramente en las protestas y reclamos desde el primer momento en el que este proyecto fue puesto en agenda pública de debate. El Estado no puede dar la espalda a una población que día a día está bajo el sol esperando hacerse escuchar.


Las protestas pacificas son vehículos de participación ciudadana y de libertad de expresión. Hoy la ciudadanía quiere manifestar algo a sus autoridades y éstas tienen el deber constitucional de escucharla y permitir que las protestas transcurran pacíficamente sin acallarlas.


La protesta no es un crimen, es un derecho humano y que no puede ser reprimido con uso desproporcionado de la fuerza tal y como estamos viendo en las calles.


Amnistía Internacional Paraguay se encuentra en contacto con autoridades responsables abogando por el derecho a la protesta y a la participación; acompañará asimismo a las víctimas que pudiesen estar reprimidas.


Abogamos por un Paraguay justo y con derechos humanos. Abogamos por la participación de todas las personas sin represión para la construcción colectiva de un país en el que cada voz sea genuinamente escuchada.

comments powered by Disqus