DECLARACIÓN SOBRE LA CONSULTA ACERCA DEL TRABAJO SEXUAL

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Los participantes toman parte en un mitin en el marco del festival de la libertad de los de una semana de sexo de los trabajadores en la zona de luz roja Sonagachi en Calcuta en 2012. Fotografía: Rupak de Chowdhuri / Reuters

Los trabajadores y trabajadoras sexuales son uno de los grupos más marginados del mundo, por lo que es importante saber de qué modo podemos trabajar, como Amnistía Internacional, para apoyar sus derechos humanos. Sabemos que es un asunto polémico, delicado y complejo, y necesitamos entenderlo bien. Es por ello que durante los últimos dos años hemos estado trabajando para elaborar una política basada en investigaciones sólidas y en la consulta con las partes interesadas.

Esta consulta se está llevando aún a cabo, por lo que toda versión existente de la política es todavía un borrador y deber ser sometida nuevamente a consulta.

Para elaborar el borrador actual nos hemos basado en considerables datos de fuentes entre las que figuran organismos de la ONU como la Organización Mundial de la Salud, ONUSIDA, ONU Mujeres y el relator especial sobre el derecho a la salud. También hemos realizado investigaciones detalladas en cuatro países.

Las oficinas de Amnistía Internacional de todo el mundo han contribuido igualmente a conformar la política por medio de una amplia consulta abierta con muchas partes interesadas distintas. Entre éstas ha habido grupos centrados en los trabajadores y trabajadoras sexuales, grupos que representan a supervivientes de prostitución, organizaciones abolicionistas, grupos feministas y otras entidades representantes de los derechos de las mujeres, organismos que combaten la trata y activistas del VIH/sida.

La investigación y el feedback han ayudado a dar forma al actual proyecto de propuesta de política.

La consulta no modifica la postura que Amnistía Internacional mantiene desde hace mucho tiempo sobre el trabajo forzoso y la trata de personas, a saber: que constituyen abusos contra los derechos humanos y deben penalizarse. En virtud del derecho internacional, los Estados tienen la obligación de prevenir, eliminar y castigar la trata de personas, especialmente de mujeres, niños y niñas, y Amnistía Internacional continuará pidiendo que la cumplan.

Es importante señalar que, dado que el proceso de consulta continúa, no se ha tomado ninguna decisión. Amnistía Internacional no ha adoptado ninguna política, y no cabe especular sobre el resultado final de la votación.

El borrador se presentará al principal foro de toma de decisiones del Amnistía Internacional, la Reunión del Consejo Internacional (RCI), que se celebra en Dublín de 7 al 11 de agosto.

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