Esta semana se realizó la presentación del informe antropológico de la comunidad Ava Guaraní «Tekoha Sauce», que fuera violentamente desalojada en el año 2016, en el departamento del Alto Paraná. Previamente a esto, habían sido expulsados de sus tierras ancestrales merced a la construcción de la represa Itaipú en la década de 1970.
La historia de esta comunidad está marcada por el dolor lacerante de perder lo que originalmente le pertenece y la angustia del constante ir y venir. Esto último está resumido por la rigurosidad y precisión del trabajo de Jorge Servín, reconocido antropólogo indigenista y ex titular del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI).
Vale recordar que la Comunidad Tekoha Sauce del Pueblo Avá Guaraní Paranaense es una comunidad indígena conformada por 43 familias, que habitaba la zona del Alto Paraná de Paraguay y que fue desplazada forzosamente por la construcción de la Itaipú Binacional.
Han pasado casi 5 décadas desde que las 36 comunidades indígenas fueron desplazadas involuntariamente de su territorio, sin ser indemnizadas debidamente en consecuencia con lo establecido en la legislación Internacional y Nacional. Cansados de las promesas del Estado, la Comunidad recobró fuerzas y retornó a sus tierras ancestrales en agosto de 2015, mientras realizaban gestiones ante el Instituto Nacional del Indígena (INDI), Itaipú Binacional y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDERT), sin resultados alentadores.
El 30 de septiembre de 2016 fueron desahuciados de manera violenta; ese día todos sus bienes materiales fueron incendiados, incluyendo chacras, viviendas, escuela y templo ceremonial. Esta situación hizo que la Comunidad se refugie, en condiciones de extrema precariedad, en la Reserva Ecológica Limoy, paradójicamente ahora perteneciente a la Itaipú Binacional.
En octubre del 2016 se conformó una mesa de diálogo con altas autoridades del Estado, en cuyo espacio la comunidad decidió participar con la esperanza de encontrar respuestas concretas a sus demandas de restitución territorial y de asistencia humanitaria. Dicha mesa fue conformada por la Corte Suprema de Justicia y su Dirección de Derechos Humanos, la Cámara de Senadores, el INDI, INDERT, el Ministerio de Educación y Ciencias, la Itaipú Binacional, y líderes de la Comunidad Sauce.
Tras casi un año de negociaciones infructuosas y promesas incumplidas por parte del Estado paraguayo, finalmente los indígenas optaron por retirarse de la mencionada instancia.
La elaboración del documento antropológico fue apoyada por Amnistía Internacional Paraguay, que en coordinación con otras organizaciones, busca una reparación histórica a los Derechos Humanos de los pueblos indígenas que habitan en distintos puntos de este país.
Foto: Roberto Irrazábal – Kurtural