Yang Tongyan, de 56 años, murió el martes, según amigos cercanos. El destacado activista pasó casi la mitad de su vida en prisión y en agosto había salido en libertad condicional por razones de salud. El 23 de agosto fue sometido a una operación para extirparle un tumor cerebral.
“Yang Tongyan era un paladín pacífico de los derechos humanos y la democracia que hizo un enorme sacrificio personal para permanecer fiel a sus principios. Las autoridades temían el poder de sus escritos e hicieron todo lo posible para silenciarlo. Nunca debió haber pasado un solo día en prisión, menos aún casi la mitad de su vida”, ha afirmado Nicholas Bequelin, director regional para Asia Oriental de Amnistía Internacional.
“La muerte en libertad condicional por razones de salud de otro preso chino que llevaba largo tiempo encarcelado es alarmante. En muchos casos la libertad condicional por razones de salud se concede tarde a activistas encarcelados gravemente enfermos, y se ignoran los deseos de sus familias de que reciban tratamiento en libertad o en el extranjero. Aparentemente, no se están rindiendo cuentas por la constante de muertes en libertad condicional por razones de salud de personas a las que las autoridades califican de ‘enemigos del Estado’.”
Cuando Yang Tongyan fue puesto en libertad condicional, faltaban sólo unos meses para que terminara de cumplir su condena de 12 años de prisión. La declaración de culpabilidad de “subversión”, de 2006, se basó en sus escritos en apoyo del cambio político y democrático en China. Yang Tongyan había cumplido previamente una condena de 10 años de prisión por criticar la represión del movimiento chino por la democracia de 1989.
En los últimos años, Amnistía Internacional ha llamado la atención periódicamente sobre la situación médica de los activistas de derechos humanos y detractores del gobierno detenidos o encarcelados.
En julio, el escritor, activista de derechos humanos y premio Nobel Liu Xiaobo murió bajo custodia después de que las autoridades le negaran a él y a su familia la posibilidad de recibir tratamiento en el extranjero para el cáncer que padecía. Su esposa, la poeta y activista Liu Xia, sigue sometida a estrecha vigilancia.
La activista y destacada luchadora de Pekín Cao Shunli murió en marzo de 2014 de una insuficiencia orgánica después de meses de reclusión. Mientras estuvo en la cárcel se le había negado el tratamiento médico adecuado. Cao fue detenida por la policía en el aeropuerto de Pekín en septiembre de 2013 cuando se dirigía a Ginebra para asistir a un programa de formación en derechos humanos. Las autoridades no accedieron a las reiteradas peticiones de su familia para que la dejaran en libertad condicional por razones de salud, algo que sólo ofrecieron cuando su estado ya era crítico.
Amnistía Internacional consideró a Yang Tongyan, Liu Xiaobo y Cao Shunli presos de conciencia, recluidos sólo por ejercer pacíficamente sus derechos humanos.