Las autoridades chinas deben poner en libertad de inmediato a todas las personas detenidas por tratar de conmemorar la represión de 1989 en la plaza de Tiananmen, ha afirmado Amnistía Internacional la serie de detenciones practicadas en la última semana.
Al menos cinco destacados activistas han sido detenidos en Pekín, y algunos más han sido interrogados por la policía, en un intento de las autoridades de reprimir a las personas que mantienen una actitud crítica en el periodo previo al 25 aniversario, el 4 de junio.
“Estas últimas detenciones indican hasta dónde están dispuestas a llegar las autoridades para silenciar a quienes tratan de recordar la represión de 1989”, ha afirmado Anu Kultalahti, investigadora de Amnistía Internacional sobre China.
“Veinticinco años después, las autoridades han optado una vez más por la senda de la represión en lugar de aceptar la necesidad de un debate abierto sobre los hechos de 1989”, ha afirmado Kultalahti.
El martes, Pu Zhiqiang, destacado abogado de derechos humanos, fue objeto de detención penal por presuntamente “provocar peleas”, tras asistir a un seminario el fin de semana en Pekín en el que se pidió una investigación sobre la represión del 4 de junio.
Otros cuatro activistas que también participaron en el mismo acto –Xu Youyu, Liu Di, Hao Jian y Hu Shigen– han sido detenidos por los mismos motivos. En virtud de la legislación china, la policía puede mantener recluidos a estos cinco activistas hasta después del 4 de junio.
“Todas las personas detenidas por tratar de conmemorar el 25 aniversario deben ser puestas en libertad de inmediato y sin condiciones. Debe ponerse fin a la persecución de quienes intentan recordar a las víctimas de la represión de Tiananmen”, ha afirmado Kultalahti.
Es cada vez mayor la preocupación por un destacado periodista chino que informó sobre la represión de 1989 y desde entonces ha hecho campaña para que se haga justicia. No se tienen noticias de Gao Yu desde el 24 de abril.
Otros destacados activistas han sido interrogados por la policía en un intento de disuadirles de expresen su opinión.
Entre estos activistas figura Zhang Xianling, cuyo hijo, Wang Nan, perdió la vida en 1989. Zhang, junto con otras Madres de Tiananmen, ha dedicado los últimos 20 años a luchar para que se haga justicia a las víctimas de la represión de 1989.
Cientos de personas, si no miles, perdieron la vida o resultaron heridas durante la represión militar contra manifestantes en la plaza de Tiananmen y sus alrededores en 1989.
La represión de 1989 sigue constituyendo un tabú oficial en China. Los intentos de conmemorar, debatir y exigir justicia por los hechos ocurridos se impiden por la fuerza, y no se permite la discusión pública.