Volvamos al baúl de los recuerdos, a nuestros tiempos de Barrio Sésamo, y juguemos a “Una de estas cosas no es como las otras”:
§ El único soldado que fue juzgado por la muerte de 24 civiles iraquíes desarmados en Haditha, Irak: sin pena de prisión, y el gobierno no realizó ninguna investigación ulterior sobre el incidente, pese a las enérgicas e insistentes peticiones de las organizaciones de derechos humanos.
§ Innumerables agentes de la CIA que utilizaron contra los detenidos en el contexto de la “guerra contra el terror” las denominadas “técnicas de interrogatorio mejoradas”, que constituían tortura: sin procesamiento, y el mundo aún espera a que se publique el informe sobre la tortura a manos de la CIA elaborado por el Comité de Inteligencia y Servicios Armados del Senado.
§ La general que supervisaba la prisión de Abu Ghraib, donde se torturó a prisioneros iraquíes: degradada a coronel.
§ Los soldados que cometieron esos actos de tortura en la prisión de Abu Ghraib: entre 3 y 10 años de prisión.
§ Una soldado que difundió información clasificada que señalaba posibles violaciones de derechos humanos cometidas por el ejército estadounidense en Irak y Afganistán: 35 años de prisión.
La condena de la soldado Manning es más de 17 veces más larga que cualquier otra condena dictada anteriormente por proporcionar información a los medios de comunicación. Si se compara con las impuestas a quienes cometieron las violaciones de derechos humanos descritas arriba, queda claro que esta condena sólo tiene una finalidad: hacer que una soldado que sólo pretendía demostrar el auténtico coste de la guerra sirva de escarmiento.
Amnistía Internacional ha hablado públicamente sobre los cargos formulados contra Manning, su sentencia y lacondena que se le ha impuesto. La organización también ha entregado una carta de apoyo a la petición de indulto dirigida por Manning al presidente, y ahora está apoyando a los abogados de Manning en una vía diferente de apelación para lograr que se revisen la sentencia y la condena.
Como parte del proceso de consejo de guerra, la autoridad convocante que supervisa el juicio puede modificar las conclusiones y la sentencia del consejo de guerra si así lo solicita el apelante. Aunque este proceso de apelación puede tardar aún un mes o más en completarse, Amnistía Internacional ha redactado una carta de apoyo a esta apelación, en la que se pide una reducción de la pena al tiempo ya cumplido, y ha iniciado unapetición para recoger firmas de apoyo a dicha carta. Amnistía Internacional entregará esta carta, junto con todas las firmas recogidas, a los abogados de Manning para que la presenten junto con la apelación a la autoridad convocante una vez completada.
Actúa:
Únete a Amnistía Internacional en esta petición de indulto para Chelsea Manning firmando esta petición para que se añada tu nombre a la carta.