Habré en una imagen de archivo © AFP/Getty Images
El inicio el lunes del juicio contra el ex presidente de Chad Hissene Habré en Senegal pondrá fin a 25 años de impunidad y dará esperanzas a las decenas de miles de víctimas de violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional cometidos bajo su mandato, ha dicho Amnistía Internacional.
Habré será juzgado en Dakar por las Salas Africanas Especiales por crímenes contra la humanidad, tortura y crímenes de guerra cometidos mientras ocupó el poder, entre 1982 y 1990. Se trata de la primera vez que el ex dirigente de un Estado africano es juzgado por un tribunal en otro Estado africano.
«El juicio contra Hissène Habré es un hito de la justicia en Chad y en África. Para muchas víctimas, este día acabará una espera de 25 años», ha dicho Gaëtan Mootoo, investigador sobre África Occidental de Amnistía Internacional, que trabajó sobre Chad durante la presidencia de Habré.
«Amnistía Internacional pasó años poniendo de manifiesto la tortura, las detenciones arbitrarias, las ejecuciones y las desapariciones forzadas, tan frecuentes durante el régimen de Habré. Este juicio histórico, además, transmitirá el mensaje de que no hay lugar seguro para aquéllos de quienes se sospeche que han cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad. La organización espera que se lleve a cabo un juicio con las debidas garantías, que cumpla las leyes y normas sobre juicios justos y asegure que se hace justicia.»
La Comisión Nacional de Investigación calculó que la cifra de muertes a manos de las fuerzas de seguridad de Habré entre 1982 y 1990 ascendió a 40.000. Las detenciones arbitrarias y la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas también fueron habituales.
Si bien Amnistía Internacional considera que el juicio de Habré es un importante paso contra la impunidad, la organización señala que otros cinco altos cargos de la administración del ex presidente inculpados por el tribunal aún no han sido puestos a disposición judicial.
El actual presidente de Chad, Idriss Déby, no ha sido inculpado por las Salas Africanas Especiales, pero fue jefe de Estado Mayor durante el régimen de Habré. Según investigaciones de Amnistía Internacional, es posible que tropas bajo su mando perpetraran homicidios masivos en el sur de Chad en 1984. En 1989, Déby huyó a Sudán y organizó una coalición de grupos armados que derrocó a Habré en diciembre de 1990.
“El siguiente paso de las autoridades chadianas es asegurarse de que se hace todo lo posible para poner en manos de la justicia a los presuntos responsables de crímenes de derecho internacional cometidos durante el régimen de Habré», ha dicho Gaëtan Mootoo.
«La única manera de que Chad rompa con su trágico pasado es garantizar que las personas responsables de innumerables violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional son juzgadas por tribunales civiles. Cualquier otra cosa transmitirá el mensaje de que estos crímenes están permitidos en la práctica.»
Amnistía Internacional ha hecho campaña incansablemente para sacar a la luz las violaciones de derechos humanos cometidas en Chad desde la década de 1970. Tras la caída del régimen de Habré, se encontraron en la sede de los servicios de seguridad nacional (Direction de la Documentation et de la Sécurité,DDS) más de 50.000 cartas y tarjetas postales de miembros de Amnistía Internacional.
El papel de Amnistía Internacional fue también fundamental en la decisión tomada el 22 de agosto de 2012 por Senegal y la Unión Africana de crear un nuevo tribunal de carácter internacional, las Salas Especiales Africanas, donde se juzgarían los crímenes cometidos durante el régimen de Hissène Habré.
Información complementaria:
Aunque en 1990 se estableció una Comisión Nacional de Investigación, los presuntos responsables penales de violaciones de derechos humanos y delitos de derecho internacional cometidos durante los ocho años de presidencia de Hissène Habré no fueron investigados. En octubre de 2001, Amnistía Internacional pidió a las autoridades de Chad y Senegal que tomaran las medidas necesarias para poner fin a esta impunidad.
Tras muchos vericuetos legales, incluida una sentencia de la Corte Internacional de Justicia, Senegal y la Unión Africana adoptaron el 22 de agosto de 2012 un acuerdo por el que se creaba un nuevo tribunal en el que se juzgarían los crímenes perpetrados durante el régimen de Hissène Habré: las Salas Especiales Africanas.
Ya en 1982, Amnistía Internacional envió miles de peticiones al gobierno y al presidente de Chad para exigir la libertad de los presos contra quienes no se hubieran emprendido procedimientos judiciales. No hubo respuesta gubernamental. En 1985, durante una visita a Chad de Amnistía Internacional, el gobierno rechazó todas las acusaciones de homicidios extrajudiciales y detenciones arbitrarias.
En agosto de 1989, Chad se quejó de las campañas dirigidas por Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos contra el país. Las autoridades chadianas negaron categóricamente las denuncias de tortura y ejecuciones extrajudiciales, aunque el gobierno admitió que miembros de la oposición armada detenidos habían sido sometidos a un «trato excepcional», sin dar más explicaciones.
Amnistía Internacional ha hecho campaña durante el mandato de varios presidentes de Chad en favor de las víctimas de estas violaciones. La primera campaña de la organización fue en favor de la libertad de presos de conciencia encarcelados en Chad a principios de la década de 1970, durante la presidencia de Ngarta Tombalbaye. En 1975, tras el golpe militar del general Félix Malloum, un representante de la organización fue por primera vez a Chad a entrevistarse con miembros del gobierno.