Comunicados de prensa
13 febrero 2014
Se teme que las autoridades de Bahréin puedan usar la violencia para reprimir las manifestaciones convocadas el 14 de febrero, ha declarado Amnistía Internacional, cuando se espera que miles de personas salgan a la calle para conmemorar el tercer aniversario del levantamiento de 2011.
“Persiste la represión de la disidencia por parte de las autoridades y las fuerzas de seguridad usan reiteradamente la fuerza excesiva para aplastar las protestas contra el gobierno”, ha afirmado Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Decenas de personas, incluidos muchos menores, han sido detenidas por participar en protestas pacíficas a lo largo del año pasado. Muchas de ellas denunciaron que habían sido torturadas en detención. Las autoridades deben permitir que los ciudadanos participen en manifestaciones pacíficas sin temor a sufrir represalias o ataques.”
En julio de 2013, el monarca de Bahréin emitió un draconiano decreto que prohibió indefinidamente las manifestaciones, sentadas y reuniones públicas en la capital, Manama.
En los tres años transcurridos desde que las autoridades aplastaron las multitudinarias manifestaciones de 2011, la situación de los derechos humanos en Bahréin ha seguido deteriorándose. Destacados defensores de derechos humanos y activistas de la oposición han sido detenidos, en muchos casos sólo por convocar protestas pacíficas contra el gobierno.
“Bahréin ha sufrido una espiral descendente continua de represión en los últimos tres años y la rápida reducción del espacio para la libertad de expresión y de reunión”, añadió Said Boumedouha.
“Las autoridades están perdiendo credibilidad tras incumplir sus reiteradas promesas de reforma. Hasta que adopten medidas concretas que demuestren su seriedad a la hora de cumplir sus obligaciones internacionales, no es probable que Bahréin haga avances reales en materia de derechos humanos.”
Y ello no obstante, las autoridades no han aplicado recomendaciones clave formuladas por la Comisión de Investigación Independiente de Bahréin en 2011.
Entre los varios menores detenidos el año pasado por participar en manifestaciones figuran Jehad Nabeel al Samee, de 10 años, y Abdullah Yousif al Bahrani, de 13, detenidos por la policía antidisturbios el 16 de diciembre de 2013 durante una concentración fuera de Manama. Fueron acusados de “reunión ilegal y disturbios” y de “atacar con piedras a una patrulla de policía”.
Abdullah dijo que le pegaron, le amenazaron con descargas eléctricas y le obligaron a firmar una “confesión”. Negó haber participado en la marcha y haber tirado piedras a la policía. Los dos menores han sido ya puestos en libertad, pero seguirán bajo supervisión hasta que se dicte sentencia.
También han sido detenidas muchas otras personas, incluidos periodistas y activistas pro derechos humanos.
Ahmad Fardan, fotoperiodista bahreiní, fue detenido durante un registro de su domicilio, al oeste de Manama, el 26 de diciembre de 2013. Está acusado de “participar en una reunión pública” cuando intentaba cubrir como fotógrafo una manifestación en el pueblo de Abu Saiba. Mientras estaba detenido le abofetearon en la cara y le pegaron en varias partes del cuerpo, incluidos los genitales. Los exámenes médicos revelaron que también tenía dos costillas rotas.
La semana pasada se confirmó la condena a dos años de prisión impuesta a Nabeel Rajab, destacado defensor de derechos humanos, por su participación en “reuniones ilegales” y por “perturbar el orden público” entre febrero y marzo de 2012. Otra activista, Zainab Al Khawaja, fue condenada a cuatro meses de prisión el mes pasado por “destruir propiedades del gobierno” tras romper una foto del rey de Bahréin. Zainab está en prisión desde febrero de 2013 cumpliendo varias condenas impuestas en diferentes procesos judiciales.
Amnistía Internacional cree que tanto Nabel Rajab como Zainab Al Khawaja son presos de conciencia, detenidos por su labor por los derechos humanos, y pide su libertad inmediata e incondicional.
Amnistía Internacional sigue recibiendo informes de torturas en centros de detención de Bahréin.
“Las protestas del aniversario son una prueba para que las autoridades demuestren ante la comunidad internacional su compromiso con la protección de los derechos humanos. Deben permitir el ejercicio pacífico de la libertad de expresión, asociación y reunión, y poner en libertad a todos los presos de conciencia”, concluyó Said Boumedouha.
Información complementaria:
El 15 de enero el príncipe heredero de Bahréin reanudó las conversaciones con los grupos de la oposición en el marco del Diálogo Nacional. El Diálogo Nacional se había suspendido tras la detención el 17 de septiembre de Khalil al Marzooq, subsecretario general de Al Wefaq, asociación política registrada que representa a la población chií mayoritaria de Bahréin, y ex jefe de la Comisión Legislativa y Jurídica del Parlamento, cuando se retiraron los grupos de la oposición.