Las autoridades bahreiníes deben dejar en libertad de inmediato y sin condiciones a un destacado activista de los derechos humanos que ha sido detenido por publicar tuits considerados insultantes para el Ministerio del Interior del país, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Nabeel Rajab, presidente del Centro de Derechos Humanos de Bahréin, podría enfrentarse hasta a tres años de prisión por unos comentarios que colgó en Internet acerca de determinada información según la cual miembros de las fuerzas de seguridad de Bahréin se han unido al grupo armado Estado Islámico en Irak.
“La detención de Nabeel Rajab representa otro grave golpe a la libertad de expresión en Bahréin y afianza los crecientes intentos de las autoridades de silenciar la disidencia”, ha explicado Said Boumedouha, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Debe ser puesto en libertad de inmediato, y estos indignantes cargos formulados contra él tienen que retirarse.”
Nabeel Rajab, que es también director del Centro de Derechos Humanos del Golfo, fue citado ayer por la tarde por la Dirección de Investigaciones Criminales de Bahréin para su interrogatorio, y pasó toda la noche bajo custodia.
El fiscal ha ordenado hoy su detención durante siete días, mientras se lleva a cabo una investigación en virtud de un artículo del Código Penal de Bahréin que tipifica el delito de “ofender a las autoridades, instituciones y agencias del gobierno”.
Las leyes que prohíben insultar o no mostrar respeto a jefes de Estado, figuras públicas, el ejército, las instituciones del Estado o las banderas o símbolos son contrarias al derecho y las normas internacionales.
“Este tipo de leyes represivas crean un entorno donde se restringe permanentemente la libertad de expresión –ha afirmado Said Boumedouha–. Deben ser abolidas.”
Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente a las autoridades bahreiníes que anulen los artículos del Código Penal que penalizan la libertad de expresión.
Nabeel Rajab regresó a Bahréin el 30 de septiembre, tras un viaje de promoción de dos meses por diversos países europeos, que tenía por objeto de poner de relieve la situación de los derechos humanos en su país. En el marco de este trabajo presidió un grupo en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Rajab salió en libertad de la prisión de Yaw en mayo de 2014, tras cumplir dos años de condena por cargos de “concentración ilegal”, “alteración del orden público” y “convocatoria de manifestaciones y participación en ellas” en Manama “sin notificación previa”.
Otros activistas de Bahréin ha sido objeto de una persecución similar.
Maryam Al-Khawaja está siendo juzgada por un cargo de “agresión a agentes de policía” en el aeropuerto internacional de Bahréin. Amnistía Internacional cree que la están hostigando por denunciar incansablemente, desde 2011, las violaciones de derechos humanos que se cometen en Bahréin.
Nader Abdulemam se halla detenido en la actualidad en la prisión de Dique Seco a raíz de unos comentarios que hizo en Twitter y que se interpretaron como despectivos hacia Jalid bin al Waleed, compañero del profeta Mahoma y renombrado caudillo musulmán. Está acusado de “insultar públicamente a una figura religiosa de culto”.