Comunicados de prensa
27 enero 2014
“Las autoridades de Bahréin deben abrir una investigación exhaustiva e independiente para esclarecer la verdad de la muerte de Fadel Abbas. Y deben obligar a sus responsables a rendir cuentas”, ha dicho Said Boumedouha, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Dicha investigación es más urgente si cabe en vista de los datos contradictorios surgidos sobre la versión de los hechos que desembocaron en su muerte.”
Fadel Abbas resultó herido cuando las fuerzas de seguridad intentaron detener a él y a otros cuando fueron a visitar a un preso recientemente excarcelado en el pueblo de Al Marj.
En una declaración emitida el 26 de enero, el Ministerio del Interior señaló que Fadel Abbas había muerto como consecuencia de las heridas por disparos sufridas el 8 de enero cuando conducía un automóvil “intencionadamente” contra miembros de las fuerzas de seguridad para no ser detenido por contrabando de armas y explosivos. El Ministerio declaró que las fuerzas de seguridad habían actuado en defensa propia.
Según han afirmado los activistas de derechos humanos que publicaron fotografías del cadáver de Fadel Abbas, presentaba heridas de bala en la cabeza y lesiones en la pierna como consecuencia de un violento altercado con las fuerzas de seguridad.
Además, no se comunicó a los familiares de Fadel Abbas que éste había sido detenido cuando acudieron a la policía a preguntar por él tras su desaparición.
La madre de Fadel Abbas dijo que la Dirección de Investigación Criminal se había puesto en contacto con ella el 26 de enero para comunicarle la muerte de su hijo. Con anterioridad, los familiares afirmaron que no les habían dado ninguna información sobre su paradero o su estado de salud ni les habían permitido visitarlo en el hospital. El Ministerio del Interior ha declarado que se dio permiso a la familia para acceder a Fadel Abbas el 13 de enero.
El homicidio de Fadel Abbas ha desencadenado protestas en el pueblo de Diraz, en el oeste de la capital, Manama, donde fue enterrado. La policía disparó gas lacrimógeno y munición real en enfrentamientos con los manifestantes tras el funeral.
“Las últimas protestas demuestran que sigue existiendo una profunda falta de confianza en la información que emiten las autoridades. Esta desconfianza se debe en gran medida a su falta de disposición y su inexcusable falta de acción hasta la fecha para abordar debidamente los abusos cometidos por sus fuerzas de seguridad y garantizar justicia para con los que han muerto”, ha dicho Said Boumedouha.
Desde que estallaron las protestas contra el gobierno el 14 de febrero de 2011 en Bahréin, varios agentes de policía de baja graduación han sido juzgados por la represión mortal ejercida contra los manifestantes. Sin embargo, los tribunales los han absuelto o les han impuesto penas que no se corresponden con la gravedad de los presuntos delitos.
Las autoridades todavía no han aplicado varias de las recomendaciones básicas contenidas en el informe de la Comisión de Investigación Independiente de Bahréin, como la de llevar a cabo investigaciones sobre los homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad durante el levantamiento.
Han seguido celebrándose manifestaciones periódicamente fuera de Manama para reclamar derechos humanos y reforma política.