El encarcelamiento en Azerbaiyán de una periodista galardonada apenas dos semanas después de que dos destacados activistas por los derechos humanos fueran condenados a prisión es otro grave atentado contra la libertad de expresión, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
La periodista de investigación Khadija Ismayilova, que trabaja para Radio Free Europe, fue condenada en un juicio a puerta cerrada celebrado en Bakú a siete años y medio de cárcel por cargos falsos de malversación, emprendimiento ilegal, evasión de impuestos y abuso de poder.
“Este ha sido otro juicio injusto más basado en cargos falsos. El gobierno ha intensificado su brutal represión de los activistas políticos, periodistas y defensores de los derechos humanos; en realidad, de cualquier persona que se atreva a alzar una voz crítica en público», ha declarado Denis Krivosheev, director adjunto del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Con la adopción de leyes draconianas y su aplicación agresiva, las autoridades de Azerbaiyán han criminalizado de hecho la libertad de expresión y de asociación. Están abusando sin más del sistema de justicia penal para perseguir a los disidentes.»
Según el abogado de Khadija Ismayilova, la acusación no presentó pruebas documentales que respaldaran ninguno de los cargos formulados contra ella.
Se impidió constantemente la asistencia a las vistas del juicio a los padres de Khadija Ismayilova y a los periodistas independientes, y sólo estuvo presente un pequeño grupo de diplomáticos.
“El gobierno quiere sembrar el miedo entre quienes lo critican y transmitir a la sociedad civil el mensaje de que no puede recurrir a las leyes para garantizar que se respetan sus derechos», concluyó Denis Krivosheev.