Acerca de esta acción
Miles de personas en Paraguay dependen de urgentes mejoras al sistema público de salud. Organismos internacionales recomiendan una inversión pública de al menos el 6% del Producto Interno Bruto anual, pero Paraguay apenas compromete el 4%. Esto se traduce en una atención de baja calidad que está fallándole a las personas en Paraguay, generando sufrimiento y muertes evitables. Hay alternativas para cambiar esta realidad. Exige al presidente que tome medidas para rescatar al sistema público de salud.
Siete de cada 10 personas en Paraguay no tienen seguro de salud. Esto significa que sus vidas dependen casi exclusivamente de la atención que reciben del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS). Esta atención debe ser oportuna y de calidad para evitar que enfermedades pongan en riesgo sus vidas o arruinen su bolsillo con gastos imprevistos por el desabastecimiento de medicamentos, insumos, falta de infraestructura hospitalaria o largas listas de espera.
Por el contrario, Paraguay es uno de los países más caros del mundo para enfermarse. Casi 4 de cada 10 dólares que se gastan en salud al año vienen directamente del bolsillo de las personas, precisamente por falta de atención oportuna y de calidad en el sistema público. Entre otras cosas, esto es consecuencia de que la capital y zonas urbanas concentran la mayoría de la infraestructura y recursos frente al resto del país; y de que la institución que atiende a más personas, el MSPBS, recibe menos dinero por persona atendida que otras instituciones públicas.
Las soluciones están al alcance de las autoridades paraguayas.
Las Unidades de Salud de la Familia (USF) son el pilar de la estrategia de atención primaria de la salud (APS). Ésta es la primera línea de respuesta de salud que tiene la población; y es fundamental para detectar enfermedades oportunamente y prevenir que se deterioren. Cuando se implementaron por primera vez en 2008 dieron buenos resultados. Sin embargo, el financiamiento de la APS se ha estancado. Paraguay debería invertir el 2% de su PIB en este nivel de atención; pero apenas compromete el 0.6%. La mejora y desahogo del sistema público de salud pasa, ineludiblemente, por volver a apostarle a las USF.
Al mismo tiempo, las autoridades paraguayas tienen distintas alternativas para incrementar los fondos disponibles para mejorar el acceso a la salud. Primeramente, velar porque el gasto actual sea equitativo y eficiente; y combatir la evasión fiscal. Además, el compromiso de las autoridades con la salud de las personas en Paraguay vale considerar mayores tasas impositivas a bienes que perjudican la salud y a las personas y empresas que concentran la mayor riqueza e ingresos.
Descarga el informe aquí: https://amnesty.org.py/wp-content/uploads/2024/05/La-Deuda-de-la-Salud-Final-web.pdf
Firma esta petición para exigir al presidente de Paraguay que implemente medidas urgentes que mejoren el sistema público de salud y una estrategia de atención primaria.
Petición a ser enviada
Para: PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Asunto: LA DEUDA DE LA SALUD
Mensaje:Distinguido presidente:
Resulta alarmante la falta de garantías para el derecho a la salud en Paraguay. Miles de vidas dependen de decisivas mejoras en el sistema público de salud que aseguren abastecimiento de medicamentos, insumos, infraestructura hospitalaria de calidad y atención oportuna. Las brechas que persisten en el país son la razón de que Paraguay tristemente sea uno de los lugares más caros del mundo para enfermarse.
La deuda que el Estado tiene con la salud de las personas en Paraguay la pagan las personas con sus vidas o con sus proyectos de vida. La gestión que usted encabeza puede remediarlo si atiende las recomendaciones internacionales que sugieren que una inversión pública en salud de al menos 6% del Producto Interno Bruto; y que la tercera parte de esta inversión se destine específicamente a la atención primaria de la salud.
Paraguay ha hecho bien algunas cosas. Hubo una mejora sustantiva en el acceso a la salud entre 2008 y 2012 con las Unidades de Salud de la Familia; pero nos alarma que se ha estancado su financiamiento en los últimos años. Bajo su liderazgo, el país puede volver a apostarle a las políticas que han funcionado.
Tiene alternativas a su alcance. Primeramente, están la mejora del combate a la evasión fiscal y del ahorro en las compras públicas. Pero las vidas y la salud de las personas en Paraguay bien valen considerar todas las opciones posibles. Entre ellas, el aumento a los impuestos sobre bienes que perjudican a la salud, como el alcohol y el tabaco, pero también a las personas y empresas que concentran la mayor riqueza e ingresos del Paraguay.
Es hora de saldar la deuda de la salud.
La salud es un derecho humano.