Comunicados de prensa
20 junio 2014
Una sentencia histórica dictada por un tribunal británico prepara el terreno para hacer por fin rendir cuentas a Shell por la devastadora contaminación por petróleo del delta del Níger, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
“El fallo de hoy es un auténtico cañonazo de advertencia a Shell”, ha explicado Audrey Gaughran, directora de Asuntos Globales de Amnistía Internacional.
“El mensaje del tribunal es claro: si no toman medidas adecuadas para proteger sus oleoductos e impedir que sean manipulados, podrían tener que responsabilizarse de los daños causados.”
En la sentencia, dictada por el juez Akenhead, el Tribunal Tecnológico y para la Construcción de Londres determina que, a falta de protección policial o militar de sus oleoductos, Shell tenía la obligación de tomar medidas razonables para protegerlos, entre ellas la instalación de sistemas de detección de fugas y equipos de vigilancia y de prevención de las manipulaciones.
La sentencia da luz verde a los demandantes nigerianos para pedir indemnizaciones si las fugas de petróleo se debieron a sabotaje o robo posibilitados por la “negligencia por parte del titular [de la licencia] o sus agentes, empleados o trabajadores a la hora de proteger, mantener o reparar una estructura de trabajo o algo.”
Sin embargo, minutos después de haberse dictado la sentencia, Shell ha emitido un comunicado de prensa en el que afirma que el “magistrado inglés ha fallado en favor de la filial nigeriana de Shell”.
“La exposición que hace Shell de los hechos en este caso sigue siendo difícil de creer”, ha añadido Audrey Gaughran.
“Su respuesta es propia de una empresa desesperada por evitar tener que rendir cuentas por años de fallos.”
Shell se ha negado sistemáticamente a revelar cuánto tiempo tiene ya su oleoducto o en qué estado se encuentra. Durante años ha culpado de la contaminación masiva por petróleo provocada por sus operaciones a los robos de crudo y otras actividades ilegales. Sin embargo, no ha tomado apenas medidas efectivas para impedir los robos y proteger los oleoductos.
En un informe de 2013 titulado Bad Information: Oil Spill Investigations in the Niger Delta, Amnistía Internacional calificó muchas de las afirmaciones de Shell sobre la contaminación por petróleo de la región de “muy dudosas y con frecuencia inciertas”.
No se ha protegido la infraestructura vulnerable contra el vandalismo y el robo. Además, el año pasado se conocieron alarmantes datos que indican que incluso los propios contratistas de Shell podrían estar implicados en el robo de petróleo.
La decisión tomada hoy es un importante hito en la lucha que se libra desde hace decenios en demanda de justicia en el delta del Níger, donde la contaminación derivada de las operaciones de Shell ha tenido efectos terribles.
La sentencia se enmarca en una demanda civil presentada por habitantes de Bodo, comunidad del delta del Níger que quedó devastada a causa de dos vertidos masivos, ocurridos en 2008 y 2009 en un oleoducto de Shell viejo y con fugas.
“Los habitantes de Bodo llevan más de cinco años sufriendo día a día las devastadoras consecuencias de estos vertidos”, ha manifestado desde la sede del tribunal Joe Westby, adjunto de investigación y acción de Amnistía Internacional sobre responsabilidad empresarial.
“La sentencia de hoy es un importante avance en las demandas de justicia para esta comunidad por las privaciones que ha tenido que sufrir.”
Amnistía Internacional hace campaña desde 2009 para que Shell reconozca el daño medioambiental que ha causado, como consecuencia del cual se han destruido los medios de vida y se ha puesto en peligro la salud de millares de personas que viven cerca de las instalaciones petroleras de la empresa en el delta del Níger.