Comunicados de prensa
9 junio 2014
Los dirigentes mundiales deben adoptar medidas concretas para poner fin a la violencia sexual y de género en situaciones de conflicto en la cumbre histórica que se celebra esta semana, organizada por Angelina Jolie, enviada especial de ACNUR, y William Hague, ministro británico de Asuntos Exteriores; así lo ha afirmado Amnistía Internacional.
A esta cumbre mundial para acabar con la violencia sexual en situaciones de conflicto asistirán ministros de gobiernos de todo el mundo, expertos de la sociedad civil y sobrevivientes. Es la reunión con mayor número de asistentes que se ha celebrado nunca sobre el tema.
“William Hague y Angelina Jolie han demostrado grandes dotes de liderazgo al conseguir que los gobiernos del mundo se reúnan para debatir sobre uno de los asuntos de derechos humanos más acuciantes de nuestra época, y no se debe desperdiciar esta ocasión histórica”, ha afirmado Stephanie Barbour, directora del Centro de Justicia Internacional de Amnistía Internacional.
“Los Estados deben aprovechar esta oportunidad y comprometerse a tomar medidas para prevenir la violencia sexual y de género en situaciones de conflicto, para investigar los hechos y castigar eficazmente a sus autores, y para ofrecer reparación, protección y apoyo a las personas sobrevivientes.”
Se pedirá a los Estados participantes que suscriban y apliquen un plan de acción integral para poner fin a esta clase de violaciones de derechos humanos.
La cumbre se celebra en medio del ensordecedor clamor internacional contra la violencia sexual y de género tras la violación y asesinato de dos adolescentes en India, los disparos selectivos contra mujeres por Elliot Rodger en Estados Unidos y el secuestro de las estudiantes en Nigeria.
Aunque la atención dedicada por los medios de comunicación a cada uno de estos casos ha suscitado una reacción gubernamental, las autoridades no suelen responder a la violencia sexual en situaciones de conflicto a pesar del escandaloso número de personas a las que afecta.
“Desde Afganistán hasta la República Democrática del Congo, desde Nigeria hasta Siria y Sudán, incontables mujeres y niñas –aunque también hombres y niños– son elegidas como víctimas de la violencia sexual y de género”, ha dicho Stephanie Barbour.
“No sólo causa gran sufrimiento, sino que amenaza la paz y la seguridad, socava el desarrollo y perpetúa la desigualdad.”
Amnistía Internacional ha publicado un conjunto de recomendaciones con antelación a la cumbre en las que pone de relieve los graves defectos en la aplicación del derecho internacional que permiten que prevalezca la impunidad por estos delitos.
Las recomendaciones muestran cómo puede y debe mejorarse la documentación, la investigación y el enjuiciamiento de estos delitos en los ámbitos nacional e internacional.
Amnistía Internacional pide a los Estados que cumplan con sus obligaciones jurídicas internacionales de impedir que se cometan estos delitos y castigarlos, proporcionar reparación a las víctimas, y dar apoyo y protección a las defensoras de los derechos humanos que trabajan sobre este asunto. Asimismo, les insta a mejorar la coordinación estratégica internacional sobre prevención y respuesta.
Para que esta reunión tenga éxito es imprescindible la participación de cientos de representantes de la sociedad civil de todo el mundo. Amnistía Internacional ha enviado a la cumbre de Londres una delegación formada por nueve defensoras de los derechos humanos de Asia, África y América Latina.
Las defensoras de los derechos humanos están en la vanguardia de los esfuerzos para prevenir y localizar los delitos y para proporcionar justicia y reparación a las personas que han sobrevivido a la violencia sexual y de género en situaciones de conflicto. Ellas mismas suelen ser blanco de ataques.
“Los Estados deben formular compromisos concretos dirigidos a empoderar y proteger a las defensoras de los derechos humanos para que puedan desempeñar con seguridad su labor de apoyo a las víctimas de violencia sexual y de género”, ha afirmado Stephanie Barbour.
“Los compromisos contraídos en la cumbre deberán aplicarse sin demora y con los recursos adecuados. Las sobrevivientes merecen algo más que palabras huecas.”