Comunicados de prensa
17 febrero 2014
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe intensificar la presión sobre Corea del Norte para que aborde la terrible situación de los derechos humanos en el país. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional tras la publicación de un condenatorio informe de la ONU.
“El detallado informe de la comisión expone en toda su crudeza la espantosa realidad de la vida en Corea del Norte. La gravedad y la naturaleza de las violaciones de derechos humanos son inconmensurables”, ha declarado Roseann Rife, directora de investigación sobre Asia Oriental de Amnistía Internacional.
La comisión de investigación sobre los derechos humanos en Corea del Norte, encargada de investigar las violaciones de derechos humanos graves, sistémicas y generalizadas cometidas en el país, publicó su informe final el lunes.
La comisión concluyó que Corea del Norte ha cometido crímenes de lesa humanidad, en los que se ha enviado a personas a campos penitenciarios para presos políticos, se las ha torturado y, en ocasiones, se las ha ejecutado sin juicio.
“El Consejo de Seguridad de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos deben aprovechar esta oportunidad y utilizar su poder y su influencia para garantizar que el gobierno norcoreano emprende acciones sobre las conclusiones de la comisión. El pueblo norcoreano no merece menos”, ha manifestado Roseann Rife.
Las dos opciones planteadas por la comisión para garantizar que los responsables de crímenes de lesa humanidad rinden cuentas de sus actos son, o bien que el Consejo de Seguridad remita el caso a la Corte Penal Internacional, o bien que se establezca un tribunal especial.
“La comunidad internacional no se puede permitir quedarse de brazos cruzados mientras se cometen estos incomprensibles crímenes. Las conclusiones de la comisión refuerzan la necesidad de que el Consejo de Seguridad plantee la situación de los derechos humanos, junto con la de la seguridad y la paz, cuando se trata de Corea del Norte”, ha declarado Roseann Rife.
La comisión instó a Corea del Norte a reconocer que se cometen violaciones de derechos humanos en la enorme red de campos penitenciarios para presos políticos, entre otros lugares.
Entre las recomendaciones del informe, de 372 páginas, se encuentra la de instar a China y a otros gobiernos a poner fin a la repatriación de personas a Corea del Norte.
Información complementaria
En diciembre de 2013, Amnistía Internacional publicó imágenes por satélite que mostraban la ampliación en curso de dos de los campos penitenciarios para presos políticos más grandes de Corea del Norte. La organización entregó ese testimonio gráfico a la comisión de investigación de la ONU.
Cientos de miles de personas –entre ellas menores de edad– permanecen recluidas en campos penitenciarios para presos políticos y otros centros de detención de Corea del Norte.
Muchas de esas personas no han cometido delito alguno, sino que simplemente son familiares de personas consideradas culpables de delitos políticos graves. Están detenidas como una forma de castigo colectivo, son “culpables por asociación”.
Casi un millón de personas han muerto de hambre en Corea del Norte desde la década de 1990. Las hambrunas y las crisis alimentarias del país han pasado prácticamente desapercibidas a causa del férreo control político, que incluye restricciones a la circulación tanto de los norcoreanos como del personal de las agencias humanitarias internacionales, y la supresión casi total de la libertad de expresión, información y asociación.