Comunicados de prensa
14 febrero 2014
Una niña musulmana de 11 años ha sido encontrada escondida entre cadáveres cuatro días después de una matanza en un pueblo al oeste de Bangui. La niña estaba sola y no tenía comida ni agua.
La pequeña había permanecido escondida, traumatizada tras el brutal homicidio de sus padres y vecinos. Cerca de ella había perros que se alimentaban de los cadáveres de más de 20 habitantes del pueblo que habían quedado tendidos en las calles.
El equipo de Amnistía Internacional encontró a la niña en el pueblo de Bouguere, al oeste de Bangui, en República Centroafricana. La pequeña ha sido trasladada a un lugar seguro.
“La niña estaba agazapada en un rincón de una casa saqueada y abandonada. Estaba aterrorizada y apenas podía articular palabra. Llevaba escondida ahí desde la matanza, cuatro días antes», ha dicho Donatella Rovera, asesora general sobre situaciones de crisis de Amnistía Internacional.
“La pequeña no había bebido ni comido nada desde la matanza y no podía tenerse en pie de la debilidad. Era la única superviviente musulmana del pueblo. Los demás habían muerto o huido.
“La escalofriante escena que encontramos en el pueblo de Bouguere ilustra los horrores que están viviendo decenas de miles de musulmanes en toda la República Centroafricana.”
“Si la comunidad internacional está realmente decidida a detener las matanzas, debe asegurarse de que haya fuerzas de mantenimiento de la paz donde más se necesitan y que éstas dispongan de recursos para llevar a cabo su mandato de proteger a la población civil.»