Comunicados de prensa
7 febrero 2014
La decisión del gobierno malaisio de detener una ejecución prevista para hoy es una medida positiva, pero aún corre peligro la vida de centenares de condenados a muerte, ha manifestado Amnistía Internacional.
Las autoridades malaisias tenían previsto ejecutar hoy a Chandran Paskaran, condenado a muerte por asesinato, pero, ante la indignación de los grupos de derechos humanos, han anunciado hoy mismo el aplazamiento de la ejecución.
“Nos alegra saber que Chandran Paskaran no va a ser ejecutado hoy, pero su vida corre aún peligro; se le debe conmutar de inmediato la condena de muerte”, ha señalado Isabelle Arradon, directora adjunta de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.
“Es vergonzoso que este aplazamiento se deba a la indignación de los grupos de derechos humanos. ¿Qué ocurrirá entonces con las demás ejecuciones que Malaisia tiene previsto llevar a cabo en secreto si no se les presta la misma atención?”
En contravención del derecho internacional, la imposición de la pena de muerte a Chandran fue preceptiva; el juez no tuvo oportunidad de considerar las circunstancias atenuantes. En 2012 se anunció una revisión de la legislación de cumplimiento obligado de Malaisia.
“El gobierno malaisio debe proceder de inmediato a examinar realmente sus prácticas con respecto a la pena de muerte– ha añadido Isabelle Arradon–. Un primer paso que debe dar es la reforma de la legislación sobre la imposición preceptiva de la pena de muerte, algo que el gobierno prometió hacer en 2012, pero en lo que no ha habido ningún avance hasta ahora.”
“Hay muchas otras personas en la situación de Chandran que corren igualmente riesgo de ejecución. Se debe conmutar de inmediato la pena a los centenares de condenados a muerte del país. La pena de capital constituye siempre una violación del derecho a la vida, cualesquiera que sean las circunstancias del delito por el que se ha impuesto y el método de ejecución.”
Información complementaria
En Malaisia se han llevado a cabo ejecuciones en secreto, sin haberlas anunciado previamente ni tampoco después. La transparencia en el uso de la pena capital es una salvaguardia esencial en los casos de pena de muerte, pues no sólo permite entablar debates informados y significativos sobre la cuestión, sino que ofrece también la posibilidad de presentar apelaciones para garantizar que se sigue el debido proceso.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción. La organización insta a Malaisia a detener todas las ejecuciones previstas, conmutar las condenas de muerte impuestas y establecer una moratoria del uso de la pena de muerte como primera medida para su abolición.