Comunicados de prensa
22 enero 2014
La votación realizada en el Parlamento marroquí para reformar una ley de manera que los violadores ya no puedan eludir el procesamiento casándose con sus víctimas si éstas son menores de 18 años supone un importante paso en la dirección correcta. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.
La organización ha añadido que esa reforma debería haberse introducido hace mucho tiempo, y que aún queda mucho por hacer tanto en el país como en toda la región.
“La votación de hoy es un paso satisfactorio, pero Marruecos sigue necesitando una estrategia general para proteger a las mujeres y las niñas frente a la violencia, una estrategia para cuya elaboración se cuente con la aportación de grupos de defensa de los derechos de las mujeres, hasta ahora excluidos del proceso”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Han sido necesarios el suicidio de Amina Filali, de 16 años, y casi dos años para que el Parlamento cerrara la vía que permitía a los violadores eludir la rendición de cuentas. Ya es hora de que se promulguen leyes que protejan a las sobrevivientes de abusos sexuales.”
La reforma añade además un nuevo párrafo basado en otros artículos conflictivos del Código Penal que fallan a las sobrevivientes de violencia sexual. Entre ellos se incluye la definición de violación contenida en el artículo 486, que no reconoce la realidad de que la violación se comete de diversas formas, incluso en circunstancias coercitivas que no exigen necesariamente violencia física, con agresores y víctimas de todos los géneros, y dentro del matrimonio. Esta definición, defectuosa y limitada, sigue permitiendo que haya violadores que eludan la rendición de cuentas.
La reforma hace asimismo que la severidad de las penas dependa de si las sobrevivientes de violación eran vírgenes o no, remitiéndose al artículo 488. Además, sigue formulando la violencia sexual en términos de “decencia” y “honor”, en lugar de centrarse en las sobrevivientes y su derecho a la protección, la justicia y la rehabilitación.
“Las mujeres y las niñas tienen derechos humanos intrínsecos, y su valor no debe definirse según su virginidad, su estado conyugal o su situación familiar”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui.
El temor a ser procesadas en virtud de artículos que convierten en delito las relaciones sexuales fuera del matrimonio y las relaciones entre personas del mismo sexo (artículos 490, 491 y 489) disuade a las sobrevivientes de violación de presentar denuncia.
“Argelia y Túnez deben seguir sin demora el ejemplo y derogar disposiciones similares de su legislación, así como adoptar estrategias generales para proteger a las mujeres y las niñas frente a la violencia sexual. Las demoras están costando vidas”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui.
“Confiamos en que la votación de hoy sea la señal de un cambio completo en la manera en que se trata a las sobrevivientes de violación, y que venga seguida de más medidas.”