Comunicados de prensa
20 enero 2014
Acusados en relación con la creación de una filial “internacional” de la Hermandad Musulmana en los Emiratos Árabes Unidos, 20 egipcios y 10 ciudadanos de los Emiratos corren peligro de ser declarados culpables injustamente en un juicio celebrado manifiestamente sin las garantías debidas y empañado por un catálogo de violaciones de derechos humanos; así lo ha afirmado Amnistía Internacional. Los 10 ciudadanos de los Emiratos Árabes Unidos ya habían sido juzgados y declarados culpables en otra causa, celebrada en julio de 2013, también tras un juicio sin las debidas garantías.
El martes, 21 de enero, está previsto que se pronuncie la sentencia de la causa contra todos estos hombres. Asimismo se les imputan otros cargos contra la seguridad nacional, de imprecisa tipificación, como robar y difundir información secreta de los servicios de seguridad o no haber notificado el robo a las autoridades.
“La lista de errores cometidos en el juicio hasta la fecha es asombrosa. Llevar a cabo las detenciones sin orden judicial, falsificar las fechas de detención en las actas judiciales y someter a los detenidos a detención secreta y reclusión en régimen de aislamiento sin acceso a un abogado durante meses son prácticas que demuestran la falta absoluta de respeto por los derechos fundamentales de los acusados. Algunos de los hombres declararon asimismo ante el tribunal que habían sido torturados mientras estaban bajo custodia”, ha afirmado Said Boumedouha, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“La espiral de juicios políticos injustos en los Emiratos Árabes Unidos debe terminar. Las autoridades deben llevar a cabo sin demora una investigación exhaustiva, imparcial e independiente sobre cualquier denuncia de tortura o malos tratos.”
Si son declarados culpables, los acusados tampoco tendrán derecho a presentar un recurso de apelación, en contravención de las obligaciones contraídas por los Emiratos Árabes Unidos en virtud del derecho internacional.
“Pedimos a las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos que revisen los propios fundamentos de la detención de estos hombres. Los imprecisos cargos en su contra aparentemente no constituyen delitos comunes internacionalmente reconocibles. Pongan fin a esta farsa y sometan a estos hombres a un juicio con las debidas garantías”, ha exigido Said Boumedouha.
Asimismo, las autoridades deben abordar la flagrante ausencia del debido proceso observada en el reciente ciclo de juicios políticos en los Emiratos Árabes Unidos. Deben introducir el derecho de apelación en los casos enjuiciados en virtud de las normas de seguridad del estado. Toda sentencia pronunciada, además, debe estar basada en pruebas sólidas.
“Tememos que las personas juzgadas sólo hayan sido detenidas por sus convicciones políticas y de derechos humanos y por ejercer su derecho a la libertad de expresión y asociación. Es inexplicable que el país elegido para organizar la Exposición Universal de 2020 esté adquiriendo rápidamente la reputación de Estado que celebra juicios políticos injustos en serie”, ha dicho Said Boumedouha.
Todas las personas acusadas en este proceso han negado ante el tribunal los cargos que se les imputan.
Según informes, los hombres pasaron varios meses –algunos hasta un año– en detención secreta, recluidos en régimen de incomunicación, en espera de que se celebrara el juicio. Muchos contaron al tribunal que habían sufrido tortura u otros malos tratos, incluido el uso de descargas eléctricas. Otros contaron que los habían obligado a firmar declaraciones en las que reconocían su culpa.
Amnistía Internacional considera que al menos tres de los detenidos –Mohammed al Mansoori, Hussain Ali Alnajjar Alhammadi y Saleh Mohammed al Dhufairi– son presos de conciencia, recluidos únicamente por ejercer de manera pacífica su derecho a la libertad de expresión y asociación. La organización ha pedido que los pongan en libertad de inmediato y sin condiciones.
Un familiar de uno de los acusados contó la semana pasada a Amnistía Internacional que en la cárcel de Al Razeen de Abu Dhabi, donde están varios de los detenidos, los reclusos reciben trato inhumano. Los guardias de la prisión llevan a cabo registros nocturnos por sorpresa en las celdas.
Los 10 ciudadanos de los Emiratos Árabes Unidos fueron declarados culpables en julio de 2013 junto a otras 59 personas durante un juicio colectivo, que se denominó “EAU 94”, en el que se acusaba a los activistas de intento de derrocamiento del gobierno.
El juicio estuvo empañado por expresiones de preocupación relacionadas con la tortura y otros malos tratos infligidos a los acusados, que además no tuvieron acceso a representación letrada durante muchos meses.
Amnistía Internacional considera que al menos cuatro de los que fueron declarados culpables son presos de conciencia, entre ellos el abogado de derechos humanos Mohammed al Roken. Sus familias también han sufrido hostigamiento.