Comunicados de prensa
12 diciembre 2013
El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) debe actuar con urgencia y explicar sus planes para el despliegue de la nueva misión para el mantenimiento de la paz bajo liderazgo africano establecida con el fin de abordar la creciente crisis humanitaria y de derechos humanos de la República Centroafricana, ha manifestado Amnistía Internacional.
Ha transcurrido ya una semana desde que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara de manera unánime la transformación de la fuerza de Estados de África central ya existente sobre el terreno en una misión para el mantenimiento de la paz bajo liderazgo africano de un año de duración, junto con fuerzas francesas para el mantenimiento de la paz.
Amnistía Internacional ha instado por carta al Consejo de Paz y Seguridad de la UA a que rompa su silencio y explique con detalle las medidas concretas que está tomando con carácter urgente para desplegar fuerzas sobre el terreno y garantizar la protección efectiva de la población civil.
“Hacen falta un plan claro y medidas concretas de la Unión Africana para impedir que la crisis de la República Centroafricana se intensifique hasta quedar totalmente fuera de control”, ha afirmado Netsanet Belay, director del Programa de Amnistía Internacional para África.
“El equipo que Amnistía Internacional tiene sobre el terreno es testigo de la situación de decenas de miles de civiles que necesitan de manera decisiva la protección de la prometida fuerza para el mantenimiento de la paz bajo liderazgo africano. Pero, cuando sólo falta una semana para que la fuerza inicie su mandato, existe una grave falta de claridad sobre su composición, calendario de despliegue y prioridades.”
El 5 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el despliegue de tropas durante un año en el marco de una Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana (MISCA) bajo liderazgo africano. Los líderes africanos acordaron posteriormente ampliar la fuerza hasta los 6.000 efectivos, que está previsto que tomen el relevo de la actual fuerza para el mantenimiento de la paz de Estados de África central el 19 de diciembre.
En una declaración que hizo al día siguiente de aprobarse la resolución del Consejo de Seguridad, la presidencia de la Comisión de la UA subrayó la “necesidad urgente de hacer todo lo necesario para poner fina a esta situación inaceptable”.
Pero a sólo una semana del despliegue previsto impera la confusión sobre qué países africanos aportarán tropas y cuándo. Tampoco está claro cómo garantizarán la cooperación con los alrededor de 1.600 efectivos franceses enviados aparte a la República Centroafricana la semana pasada.
Un equipo de Amnistía Internacional, que se encuentra sobre el terreno en Bangui desde la semana pasada, ha documentado un rápido deterioro de la situación a medida que continúan las atrocidades cometidas en represalia contra las comunidades musulmana y cristiana por igual.
Con más de 500 personas muertas, según la información disponible, en el marco de la violencia entre comunidades y sectaria, en la morgue central y las mezquitas de la ciudad se van acumulando decenas de cadáveres. Se ha tenido también noticia del enterramiento de cadáveres en los patios traseros de las casas.
Más de 100.000 personas desplazadas internamente y con demasiado miedo para regresar a sus hogares viven en la miseria en campos improvisados de acogida, instalados en unos 30 emplazamientos en torno a la ciudad, incluido el aeropuerto de Bangui. En el campo del aeropuerto, la población crece hasta superar la 40.000 personas por la noche, cuando la gente busca la protección de las tropas africanas y francesas destacadas allí.
“Proteger a la población civil de las atrocidades que se están cometiendo y garantizar que la asistencia humanitaria llega quienes la necesitan son prioridades absolutas –ha señalado Netsanet Belay–. Pero sólo se conseguirá si las fuerzas para el mantenimiento de la paz sobre el terrero en la República Centroafricana cuentan con los medios necesarios y las fuerzas africanas y francesas reciben instrucciones claras de colaboración.”
Amnistía Internacional ha advertido que la fuerza de la MISCA depende ya de la asistencia internacional para iniciar su despliegue, que incluye el ofrecimiento estadounidense de transportar tropas burundenses para el mantenimiento de la paz a Bangui.
La organización ha pedido a la comunidad internacional que intensifique sus esfuerzos por ayudar a las fuerzas para el mantenimiento de la paz en su intento de detener las atrocidades, proteger a la población civil –incluida la desplazada– y restablecer el orden.
“Antes de que sea demasiado tarde para cambiar la situación, el secretario general de la ONU debe acelerar su evaluación del impacto de las fuerzas para el mantenimiento de la paz sobre el terreno y hacerla en semanas, no en meses. Asimismo, debe iniciar de inmediato los preparativos para el despliegue de una sólida fuerza de la ONU para el mantenimiento de la paz, que intervenga en la situación si es necesario”, ha explicado Netsanet Belay.