11 diciembre 2013
A Jabeur Mejri, bloguero tunecino, le costó su libertad expresar en Internet opiniones que se consideraron ofensivas para el islam. En 2012 empezó a cumplir una condena de más de siete años por “atacar valores sagrados mediante acciones o palabras” y “atentar contra la moral pública”.
Lina Ben Mhenni, autora del blog A Tunisian Girl («Una chica tunecina»), contó a Amnistía Internacional el horror que sintió ante la condena de Jabeur y los riesgos que corren los tunecinos cuando expresan libremente sus ideas.
“La declaración de culpabilidad y la condena de Jabeur fueron un duro golpe. Es increíble. La gente habla del éxito de la transición democrática en Túnez pero, ¿podemos hablar de democracia en un país donde una persona va a la cárcel con una condena tan severa simplemente por expresar sus convicciones?
“Antes de la salida de[l ex presidente] Ben Alí, los blogueros podían sufrir censura, y quizás detenciones y prisión. Luego disfrutamos de unos meses de euforia revolucionaria, durante los cuales los tunecinos se pudieron expresar libremente [tras el primer levantamiento de Oriente Medio y el Norte de África en enero de 2011]. Pero no duró.
“Hoy en día no hay censura oficial −las personas pueden expresarse libremente–, pero tienen que estar dispuestas a pagar el precio. Todo puede empezar con campañas de difamación [desprestigio] en Internet o en la prensa, insultos o acoso físico en la calle, o amenazas de muerte en la web o en vivo. Después puede dar lugar a juicios, detenciones, prisión y terminar con amenazas de muerte o la muerte misma.”
Juicios contra el derecho a opinar
“Puedes ir a la cárcel por una palabra o una idea. Los ‘juicios contra el derecho a opinar’ se han convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana: Jabeur es el primer preso de opinión. Los raperos Weld el 15 y Clay BBJ fueron condenados a un año y nueve meses de prisión cada uno por una canción. A otro joven se le impuso una condena condicional de dos meses de prisión por escuchar una canción de rap.
“Como en otros muchos países, los temas tabú en Túnez son la religión y la política. No se puede criticar al gobierno en general ni a los islamistas en particular.
“Me siento amenazada simplemente por escribir un blog y por criticar al gobierno y el terrible retroceso que está viviendo el país. Estoy en una lista de objetivos de asesinato y recibo protección policial. Siento que he perdido mi propia libertad intentando luchar por mi país y por la libertad de mi pueblo. Si no reaccionamos a lo que está sucediendo, pronto cualquier tema será tabú.”
Privar a las personas del derecho a ser diferentes
“Las autoridades impusieron esta condena a Jabeur para intimidar a otras personas, impedirles expresar sus opiniones y arrebatarles el derecho a ser diferentes. Querían dejar claro que, para vivir en Túnez, tenemos que acatar sus normas y sus creencias.
“Nuestra libertad de expresión corre verdadero peligro. Me temo que estamos perdiendo los extraordinarios frutos de la revolución: la desaparición del miedo y nuestra libertad de expresión. Tenemos que seguir luchando para proteger y preservar este derecho.
“Debemos poner freno a los ataques contra la libertad de expresión y reformar nuestro sistema judicial. En su trabajo, los jueces deben negarse a obedecer órdenes dictadas por dirigentes o partidos políticos. No debemos temer los actos de intimidación.
“Quiero transmitir el siguiente mensaje a todos los tunecinos y tunecinas: Tenemos que unirnos para decir no a la censura y a los juicios contra el derecho a opinar.”