El periodismo es una profesión extremadamente
peligrosa en Myanmar. Desde que se hicieron con el
poder en 2021, las fuerzas armadas han encarcelado
a más de 200 periodistas. Según informes, al menos
siete han sido víctimas de homicidio. Los medios
de comunicación independientes han sido prohibidos
y obligados a exiliarse.
Pese a estos peligros, cuando el ciclón Mocha
se abatió sobre Myanmar en mayo de 2023,
el fotoperiodista Sai Zaw Thaike viajó de incógnito
al estado de Rakáin, decidido a informar sobre
sus devastadores efectos.
Se hizo pasar por miembro de un equipo de ayuda
humanitaria pero, cuando sólo llevaba una semana
allí, la policía lo detuvo. Fue interrogado y golpeado
y, en septiembre de 2023, un tribunal militar lo
condenó a 20 años de prisión con trabajos forzados.
Su juicio no duró más que un día.
Sai Zaw debería poder informar con libertad.
Además, debería estar en su domicilio, aprovechando
el tiempo para estar con su familia y hacer lo que le
gusta, como jugar al fútbol, ver al Manchester United
y visitar a sus amistades. Debería estar cuidando a sus
gatos, a los que tanto quiere.
En lugar de ello, se encuentra entre rejas. Los guardias
penitenciarios le han propinado palizas, y ha pasado
periodos sometido a régimen de aislamiento.
Exige a las fuerzas armadas de Myanmar que
pongan de inmediato en libertad a Sai Zaw Thaike.