Al anunciarse que la Comisión Independiente de Investigaciones (INDECOM), órgano de vigilancia independiente de la policía, presentaría cargos contra seis miembros de la policía de Jamaica (JFC) tras una investigación de seis años y medio sobre el tiroteo que costó la vida a Matthew Lee, Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Acogemos con satisfacción el constante y decidido esfuerzo de investigación realizado por la Comisión Independiente de Investigaciones en el caso del homicidio de Matthew Lee. Ahora está en manos del sistema de justicia de Jamaica actuar de manera eficaz a la luz de las circunstancias del caso. La búsqueda de justicia que tan dignamente ha llevado a cabo la familia de la víctima es un ejemplo de cómo desmantelar una cultura de violencia que ha permitido durante décadas la impunidad de la policía por homicidios ilegítimos.”
Simone Grant, hermana de Matthew, ha declarado: “Para la familia no es más que una pequeña gota en el mar, ya que Matthew nunca regresará con nosotros, pero supone un paso de gigante para la causa. Sólo esperamos que gracias a esto la policía se lo piense dos veces antes de actuar y sea más responsable en el ejercicio de sus funciones.”
La búsqueda de justicia que tan dignamente ha llevado a cabo la familia de la víctima es un ejemplo de cómo desmantelar una cultura de violencia que ha permitido durante décadas la impunidad de la policía por homicidios ilegítimos.
Erika Guevara-Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas
La policía mató a Matthew el 12 de enero de 2013, aproximadamente a las 12 del mediodía en la lujosa comunidad de Arcadia de Kingston, cuando éste regresaba de una comisaría con dos hombres, uno de los cuales había ido a presentarse allí por estar en libertad condicional. Amnistía Internacional documentó el caso de Matthew en 2016.
Durante décadas, la vida de las comunidades jamaicanas, especialmente las de zonas urbanas deprimidas y desfavorecidas, ha estado marcada por una epidemia de homicidios ilegítimos cometidos por la policía. Amnistía Internacional documentó como el hecho de que el Estado no ponga a los presuntos responsables en manos de la justicia tiene un efecto profundo y duradero sobre sus seres queridos. Los familiares, especialmente si son mujeres, deben librar una larga lucha para que se haga justicia, además de enfrentarse a frecuentes actos de intimidación y acoso por parte de la policía.