Cualquier día, la mejor amiga de Ingjerd’ Taibeh Abbasi, de 19 años, podría ser detenida por la policía en Noruega y deportada a Afganistán. Ingjerd, de 18 años, explica por qué su gobierno debe proteger a Taibeh…
Conocí a Taibeh hace cinco años. Se suponía que íbamos a preparar una presentación para la clase de ciencias sociales, pero no hicimos más que hablar de otras cosas. Nos caímos en seguida muy bien.
Nuestra amistad se ha fortalecido mucho. Estemos oyendo música o preparando la cena, siempre podemos contar la una con la otra si lo necesitamos, sobre todo cuando ella tiene que ir al juzgado..
Recuerdo cuando Taibeh me enseñó las cartas que habían recibido ella y su familia. Las palabras eran complicadas y difíciles de entender. Con 14 años, me costaba entender ese lenguaje, pero sabía que era algo grave. Pedí ayuda a mi profesor y me dijo que Taibeh y su familia podrían ser deportados.
Como soy la mejor amiga de Taibeh, para mí es terrible verles pasar por esto. Llevamos ya mucho tiempo con esta lucha, que se ha convertido una parte enorme de nuestra amistad. Para mí, Taibeh es la persona más inteligente y más divertida que hay. Compartimos nuestras esperanzas y nuestros sueños. Es horrible pensar que los suyos podrían no hacerse realidad.
Pero nuestra amistad no es la única razón por la que quiero que Taibeh se quede en Noruega. Sí, es mi amiga y es positiva, divertida y siempre tiene una sonrisa en la cara, sin importarle por lo que está pasando, pero es también una excelente ciudadana, que aporta mucho a Noruega.
Siendo adolescentes iniciamos la campaña #AbbasiStays para intentar proteger a Taibeh y que se quede. No lo hicimos porque nos lo dijeran, sino porque era lo que había hacer. Afganistán no es un país seguro, todo el mundo lo sabe, y Taibeh no ha estado nunca allí. Por medio de manifestaciones y conciertos, nos hicimos oír. Gente de todo Trondheim se unió para apoyar nuestra campaña. #AbbasiStays llamó incluso la atención internacional, y organizaciones como Amnistía Internacional se sumaron a nuestra campaña. Pero cuando decimos una cosa, el gobierno noruego dice algo más. Dicen que entienden que queramos que Taibeh se quede, pero que no es posible.
Noruega ha dedicado mucho tiempo a integrar a Taibeh y a su familia en la comunidad, encontrarles un hogar y asegurarse de que tienen acceso a la atención de la salud y la educación. Al cabo de seis años quieren echarlo todo a perder.
Esta lucha es por principios. Estamos poniendo en evidencia la política disfuncional e inhumana de Noruega. Hemos apoyado a Taibeh y a su familia a lo largo de este tormento, pero hay muchos otros casos como el de Taibeh que no se conocen. Las medidas del gobierno son tristes, frustrantes y decepcionantes. Como adolescentes que nos hemos puesto en acción y alzado la voz, nos merecemos una respuesta adecuada.
No sé lo que nos depara del futuro, pero sé que he aprendido mucho de Taibeh. Hemos compartido nuestras ideas políticas, nuestras culturas, y he aprendido a conocer a su familia Las opiniones de Taibeh siguen sirviéndome de inspiración, y ella me enseña mucho. Siempre sabe encontrar lo positivo de cada situación. Podemos tener un día realmente malo, recibir otra carta donde digan que no, que no puede quedarse, pero entonces cocinamos algo o salimos a cenar fuera y encontramos algo por lo que sonreír; nuestra amistad es verdaderamente única.