Carta personal de agradecimiento de la activista estudiantil de Myanmar liberada este año a raíz de la campaña de Amnistía Internacional Escribe por los derechos de 2015.
Estimados amigos/as:
Soy Phyoe Phyoe Aung. Muchos de ustedes hicieron campaña en favor de mi liberación y me enviaron cartas de apoyo mientras estaba en prisión. Llevo queriendo responderles a todos desde que quedé libre… y les pido perdón por mi tardío mensaje.
Soy hija de ex preso político y, por tanto, conozco perfectamente el nombre de Amnistía Internacional; también conozco sus campañas en favor de la liberación de presos y presas de conciencia, como Aung San Suu Kyi, desde que era muy joven.
En 2015, yo misma fui adoptada como presa de conciencia por Amnistía Internacional. A partir de ahí recibí infinidad de tarjetas postales, tarjetas hechas a mano con dibujos de animales preciosos que estaban llenas de reconfortantes ánimos, cartas estimulantes y hermosos poemas. Sigo recibiendo sus cartas a través de Amnistía Internacional, así como de organizaciones que trabajan en favor de presos políticos. He pensado recopilar estas cartas y tarjetas postales para crear un archivo de historias de presos políticos.
Estoy muy agradecida a Amnistía Internacional y a todas las personas que participaron en la campaña en favor de mi liberación. Movimientos internacionales como el suyo presionan a los gobiernos para conseguir nuestra libertad física, pero también nos sirve de apoyo psicológico saber que contamos con su solidaridad.
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional nunca olvidan a las personas que sufren injusticias en su lucha por la democracia y los derechos humanos. Debemos ser fuertes y recordar lo importante que es mantenernos unidos en la lucha.
Muchas gracias a todos y cada uno de ustedes. No sólo por hacer campaña en favor de mi liberación, y la liberación de otras personas recluidas, sino también por ayudarnos a mantener vivas nuestras convicciones y nuestra esperanza. Espero que juntos continuemos la lucha hasta que nuestro sueño común de derechos humanos y justicia para todas las personas se haga realidad.
Un cordial saludo,
Phyoe Phyoe Aung